Al momento de su muerte, el mes pasado, Lorenzo Servitje era la persona más anciana en el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, con una fortuna de 4 mil 200 millones de dólares.
Previsor, el mexicano había transferido a sus herederos su participación en Grupo Bimbo, lo que les permitió evitar un dolor de cabeza que asciende a 2.1 billones de dólares para los ricos. Esa es la fortuna total —aproximadamente igual al PIB de India— de los 218 multimillonarios de más de 70 años en el índice de Bloomberg, un ranking diario de las 500 personas más ricas del mundo.
El problema es más grave en EU y Europa, donde un cuarto de los multimillonarios en el índice tiene más de 80 años, frente a un 20 por ciento en Asia.
“Sin una planificación cuidadosa, muchas de las fortunas de hoy sufrirán una importante erosión” señalaron PwC y UBS en un informe sobre multimillonarios de 2016.
El problema es más grave en Estados Unidos y Europa, donde cerca de un cuarto de los multimillonarios en el índice tiene más de 80 años, frente a un 20 por ciento en Asia.
En China continental, donde sólo el fabricante de productos químicos Xu Chuanhua llegó a esa edad, apenas el tres por ciento de la riqueza está en manos de ancianos, y un 40 por ciento pertenece a multimillonarios menores de 50.
Los rusos tienen su propia versión del problema: la mayor parte del capital privado la controla una generación de empresarios que aprovechó la caótica economía postsoviética. Para esos multimillonarios, es imposible transferir las empresas porque gran parte del valor está estrechamente ligada a contactos personales con el Kremlin.
En Estados Unidos, la fortuna de tres mil 800 millones de dólares de Summer Redstone quedó sumida en una amarga disputa pública cuando la frágil salud del hombre de 93 años desató un litigio entre su hija, Shari Redstone, y el exmáximo responsable de Viacom, Philippe Dauman, lo que frustró las iniciativas de la empresa para cerrar acuerdos de streaming de programas por internet.
IMPUESTOS GENEROSOS
El multimillonario sueco Ingvar Kamprad y el alemán Dieter Schwarz evitaron ese riesgo con estructuras de sociedades controlantes complejas, con gravámenes generosos, creadas por ellos para controlar sus activos cuando ya no estén.
En enero, el multimillonario italiano Leonardo del Vecchio, de 81 años, vendió Luxottica Group, la empresa de anteojos que compone la mayor parte de su fortuna de 18 mil millones de dólares, a Essilor International. Con eso, evitó un tira y afloja entre sus hijos por el control de Luxottica a medida que Del Vecchio busca transferir su fortuna a la siguiente generación.
Después está el método Buffett. El presidente de Berkshire Hathaway, de 86 años, es la segunda persona más rica del mundo y prometió donar casi toda su fortuna de 79 mil millones de dólares a organizaciones benéficas, medida imitada por 156 de las personas más ricas del mundo, entre ellas la más rica, Bill Gates.