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Independencia escocesa: un iceberg que se acerca al gobierno británico

La independencia escocesa parece cada vez más un iceberg que podría hacer zozobrar al gobierno del primer ministro David Cameron y al Partido Laborista opositor, a quienes al igual que los pasajeros del Titanic, los tomó por sorpresa.

La independencia escocesa parece cada vez más un iceberg que podría hacer zozobrar al gobierno del primer ministro David Cameron y al Partido Laborista opositor. Al igual que los pasajeros del Titanic, los tomó por sorpresa.

La encuesta de ayer de YouGov Plc que indicó un 51 por ciento a favor del Sí generó un nuevo intento de quienes apoyan la unión por instar a los escoceses a retroceder. Alrededor de 100 legisladores laboristas viajarán esta semana a Escocia a hacer campaña por un voto a favor del No, mientras que el ministro de Hacienda conservador George Osborne ofreció al parlamento escocés más facultades respecto de impuestos y gasto si los votantes optan por permanecer en Gran Bretaña.

Cameron se encontraba con la reina Isabel II en el castillo de Bamoral, en el noreste de Escocia, cuando se enteró de que la campaña por la independencia había pasado a la delantera.

"Esas encuestas pueden y deben servir como un llamado de atención para todo el que pensara que el resultado del referéndum ya era obvio", dijo en una declaración Alistair Darlin, líder de la campaña Better Together (Mejor juntos), que se opone a la independencia. "Nunca lo fue. Todo puede pasar".

La independencia escocesa bajaría el telón sobre una unión de 307 años que creó uno de los países más influyentes del mundo. También constituiría la mayor crisis del gobierno de Cameron.

DISUASIÓN NUCLEAR

La perspectiva de una desintegración de Gran Bretaña plantea cuestiones no resueltas respecto del futuro de la capacidad de disuasión nuclear del país, que en la actualidad está basada en la costa oeste de Escocia, así como acerca de su posición diplomática. Cameron, sin embargo, estaban tan despreocupado, que su oficina dijo que no miró ninguno de los debates televisados entre Darling y el líder nacionalista escocés Alex Salmond.

Luego de desafiar la viabilidad económica de una Escocia independiente, el primer ministro ha combinado su mensaje con una apelación a la historia común de los países en Gran Bretaña.

Fue un escocés, William Paterson, quien fundó el Banco de Inglaterra. Los regimientos escoceses combatieron a Napoleón en Waterloo y a los rusos en Crimea. Un escocés, Douglas Haig, comandó las fuerzas británicas en la Primera Guerra Mundial, y otro, David Stirling, fundó el Servicio Aéreo especial durante la Segunda Guerra Mundial.

Dos de los londinenses más conocidos de la literatura, el Dr. Jekyll y Sherlock Holmes, fueron creación de escoceses: Robert Louis Stevenson y Arthur Conan Doyle. Bill Shankly, en el Liverpool, y Alex Ferguson, en el Manchester United, fueron escoceses que se hicieron famosos al frente de los equipos de fútbol más exitosos de Inglaterra.

Hace tres semanas, el mensaje oficial de la campaña Better Together era "sin complacencia". En ese momento la campaña tenía una holgada ventaja, y un análisis de referéndums internacionales anteriores sugirió que los electorados tienden a inclinarse por el No en el último mes. La principal preocupación de la oficina de Cameron era llevar el Sí por debajo del 40 por ciento y zanjar la cuestión.

Better Together dejó de hablar de complacencia después del 25 de agosto, cuando Salmond ganó el segundo debate televisado, a lo que siguió el 2 de septiembre una encuesta de YouGov que indicaba una declinación de la ventaja del No. Dos días después, Cameron se vio obligado a negar que fuera a renunciar si la votación no lo favorecía.

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