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Crisis en Brasil preocupa al organizador de los Juegos Olímpicos

A 48 semanas del arranque de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el hombre responsable de organizarlos, Sidney Levy, no duda cuando se le pregunta cuál es su mayor preocupación relacionada con el evento deportivo: la crisis económica y política, responde.

Sidney Levy, el hombre responsable de organizar los Juegos Olímpicos del próximo año en Río de Janerio, no duda cuando se le pregunta cuál es su mayor preocupación.

Sentado en una silla de plástico en la cafetería de las oficinas centrales de su comité, Levy golpea la mesa con su mano y responde: "La crisis".

La mayor economía de Sudamérica está en medio de una espiral a la baja que ha llevado a una acelerada inflación y una caída en su moneda. Esto deja a Levy y a su equipo en el comité organizador de Río 2016 batallando para asegurarse de que pueden balancear el presupuesto de siete mil millones de dólares para los juegos de verano.


"En este momento, el tipo de cambio se modifica diariamente, los niveles de inflación cambian cada día y esto nos afecta", dijo Levy, flanqueado por una tabla en la pared con una cuenta regresiva de 48 semanas hasta el inicio de los Olímpicos. "Es muy difícil. Estamos muy preocupados".

La semana pasada, Standard & Poor's rebajó a Brasil a nivel basura, en medio del mayor déficit presupuestario de las últimas dos décadas. El real se ha depreciado 31 por ciento frente al dólar en el último año, más que cualquier otra moneda monitoreada por Bloomberg. La inflación es cercana al 10 por ciento.

Aunque no es responsable por las obras multimillonarias en la ciudad costera, Levy está a cargo de todo lo relacionado con el evento de 17 días. Con ingresos llegando en dólares y en reales por patrocinadores, venta de boletos y la contribución del Comité Olímpico Internacional, la volatilidad cambiaria complica las decisiones, explicó.

Aunque la incertidumbre hace más difícil la vida de los organizadores, el declive del real podría ser una ganancia. La contribución del Comité Olímpico Internacional, de mil millones de dólares, que incluye 335 millones de sus ingresos de promoción, hoy vale tres mil 860 millones de reales, más del doble de lo que valía cuando se seleccionó a Río como sede, el 2 de octubre de 2009. El dinero ha llegado en parcialidades.

"Por otra parte, muchas de las cosas que arrendamos son más caras por la inflación", señaló Levy, un ingeniero petrolero que llegó a la organización de Río 2016 desde una compañía de servicios bancarios. "Cómo se van a balancear esas situaciones es algo que sabremos muy pronto".

Entre los planes están reducir costos con la compra de bienes de menor calidad.

El camino hacia Río 2016 ha sido complicado. Las protestas masivas ante el gasto por la Copa Mundial de Futbol de 2013 hizo surgir el debate sobre quién debería pagar los Juegos Olímpicos, que tienen un costo total de 10 mil millones de dólares, y críticas del Comité Olímpico Internacional por el retraso en las obras.

Tras resolver esa situación, Levy ahora expresa preocupación sobre la crisis económica y política que sufre el país. Tras su reelección el año pasado, la aprobación de Rousseff ha caído y el escándalo por la corrupción en Petrobras ha llevado a acusaciones contra políticos de alto rango y líderes empresariales.

"El país ha estado sacudiéndose por un tiempo. Abrimos los periódicos cada día y vemos algo nuevo".

Incluso así, Levy dice ser optimista sobre el éxito de los juegos. "El dinero sera suficiente para balancear todo, lo vamos a lograr, ése es mi trabajo", afirmó.

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