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Chicago trata de seducir a turistas con la princesa Leia y Obama

El alcalde de Chicago Rahm Emanuel, contando con sus vínculos con Washington y Hollywood, trata de impulsar el turismo seduciendo a dos nuevos museos que contrastan marcadamente: uno para Luke Skywalker y otro para la familia Obama.

La ciudad atrajo a 12 millones de visitantes -en ese entonces un quinto de la población de los Estados Unidos- a la Exposición Universal de 1893 para conmemorar los 400 años de la llegada de Cristóbalcolón a América. La espectacular exhibición en un cenagoso pantano próximo al lago Michigan fue un momento crucial para una metrópoli en ascenso.

Desde entonces, la ciudad del centro de los Estados Unidos tiene dificultades para competir por los turistas, en especial los extranjeros. Chicago se ubica novena en lo que hace a visitas de no estadounidenses, muy por detrás de Nueva York y Los Angeles, así como de ciudades más pequeñas como Miami.

"Desde hace décadas, Chicago no centra su atención en el mercado internacional", dijo Don Welsh, máximo responsable ejecutivo de Choose Chicago, una agencia de turismo de la ciudad. "Estaba muy focalizada en el negocio de las convenciones y el turismo regional".

Como escribió el poeta Carl Sandburg en 1914, Chicago era el "matadero de cerdos del mundo, el fabricante de herramientas, el acopiador de trigo". Esos trabajos han desaparecido. Es por eso que el alcalde de Chicago Rahm Emanuel, contando con sus vínculos con Washington y Hollywood, trata de impulsar el turismo seduciendo a dos nuevos museos que contrastan marcadamente: uno para Luke Skywalker y la princesa Leia, el otro para Barack Obama y su esposa Michelle.

La iniciativa de Emanuel en pos de la biblioteca presidencial de Obama y un museo para el cineasta George Lucas, de 70 años, es una prueba de la creciente importancia que dan los viajeros a las ciudades de todo el mundo. El turismo internacional en los Estados Unidos solamente pasó de 150 mil millones en 2009 a 200 mil millones en 2012, según el Banco Mundial.

CRECIMIENTO DEL EMPLEO

La urgencia de la campaña de Emanuel no podría ser mayor. La creación de empleo en la zona metropolitana creció sólo 0.8 por ciento en el año que terminó en febrero, frente a un 2.1 por ciento en Los Angeles y 1.3 por ciento en Nueva York, según la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos.

Aún más apremiante es el hecho de que el aumento vertiginoso de los pasivos jubilatorios pone en peligro la solvencia de Chicago. Con 2.7 millones de habitantes, tiene la calificación crediticia más baja de las diez ciudades más grandes del país. Mientras que la Exposición Universal de 1893 buscaba lograr prestigio internacional y competir con la Torre Eiffel de París construida cuatro años antes con una Rueda de la Fortuna de 264 pies (80 metros), ahora la cuestión es ganar dinero. Y rápido.

Subir un escalón en los rankings de visitantes internacionales equivale a mil millones de nuevos ingresos, dijo Emanuel, de 54 años. Los turistas de fuera de los Estados Unidos gastan un promedio de 4 mil 500 dólares por viaje en los hoteles, los restaurantes y otros comercios -casi ocho veces lo que desembolsan los turistas locales en un típico viaje de vacaciones o negocios, de acuerdo con las cifras de la industria turística estadounidense-.

La pregunta es si atracciones centradas en los Obama y "La guerra de las galaxias" pueden ayudar a colocar a Chicago en el nivel de ciudades como Londres, Sao Paulo, Ciudad de México, Toronto, Pekín y Tokio, donde Chicago ha instalado oficinas de venta y comercialización para fortalecer su presencia internacional.

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