Una combinación de trabajo policial tradicional y nueva tecnología podría desenmascarar al extremista islámico que decapitó al periodista estadounidense James Foley.
El asesino se aseguró de que la tarea no sería fácil al envolverse en ropa negra holgada y revelar sólo los ojos y el puente de la nariz en el video que generó la condena de gobernantes de todo el mundo y reavivó la batalla contra el grupo conocido como Estado Islámico.
Sin un rostro que estudiar, funcionarios de los Estados Unidos y Gran Bretaña analizan la voz con acento británico que narra el video, así como otros videos, declaraciones y posteos en medios sociales en busca de pistas sobre la identidad del hombre, dijo Todd Hinnen, un exfuncionario de seguridad nacional del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
"Se puede tener la absoluta certeza de que las autoridades, organismos y organizaciones de lucha contra el terrorismo de los Estados Unidos y Gran Bretaña fortalecerán todas y cada una de las relaciones internacionales, bilaterales y multilaterales", dijo David Livingstone, un investigador de Chatham House, el Royal Institute of International Affairs en Londres y especialista en ciberseguridad y lucha contra el terrorismo. "Se utilizarán todos los recursos de inteligencia para poder empezar a rastrear al sospechoso".
ACENTO BRITÁNICO
Gran Bretaña desempeña un importante papel en la investigación debido al acento del narrador del video, lo cual ha incorporado a especialistas en lingüística a la investigación. El primer ministro británico, David Cameron, ha dicho que "parece cada vez más probable que se trate de un ciudadano británico".
Eso hace "probable que esté en la base de datos de la oficina de pasaportes" de Gran Bretaña, dijo Anil Jain, un profesor de la Universidad del Estado de Michigan en East Lansing que estudia técnicas biométricas de reconocimiento.
Los investigadores iniciarán la búsqueda tratando de determinar dónde y cuándo se filmó el video de la decapitación, según un ex funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA, por la sigla en inglés), que habló con la condición de conservar el anonimato dado que se trata de asuntos de inteligencia.
Al contar con la hora aproximada y el lugar de filmación del video, los analistas pueden determinar qué aparatos se encontraban activos en ese momento y ubicación.
El Centro de Comunicaciones del Gobierno de Gran Bretaña (GCHQ, por la sigla en inglés) cuenta con un importante centro de escucha en Chipre que monitorea comunicaciones telefónicas, de Internet, así como otras comunicaciones electrónicas de la zona oriental del Mediterráneo. La NSA de los Estados Unidos reúne datos similares en asociación con el GCHQ y otros organismos de inteligencia, además de por cuenta propia.