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YouTube será un mejor sitio (aunque menos divertido) para anunciarse

Las nuevas restricciones del sitio buscan recuperar a los anunciantes, aunque ahuyenten a los creadores.

A principios de enero, ingenieros de YouTube se reunieron en privado con varias agencias publicitarias en Las Vegas. Los ejecutivos de Google a cargo de la venta de anuncios en el portal de YouTube organizaron las reuniones para que los anunciantes tuvieran la certeza de que el sitio de videos estaba trabajando para controlar sus problemas.

La indignación seguía alimentándose de los informes de que el sitio había permitido que líderes terroristas continuaran publicando contenido. El mayor problema para los anunciantes era que videos desconcertantes, a veces grotescos, aparecían en el canal de YouTube dedicado a los niños.

La solución de Google consistió en proteger una pequeña parte de YouTube, una porción depurada para los anunciantes, donde cada video sería revisado por moderadores humanos. Así habría menos motivos para temer que sus productos fueran teloneros de humor nazi o explotación infantil. "La revisión humana es fantástica", dice Jon Anselmo, director digital del gigante publicitario Omnicom Media Group. "El diablo estará en los detalles".

YouTube prometió contratar a 10 mil personas para eliminar clips inapropiados y entrenar a las computadoras para que hagan lo mismo, y reforzará el sistema de clasificación de contenidos para los anunciantes que pagan el paquete prémium Google Preferred. Un segundo estrato de creadores de YouTube todavía puede publicar anuncios y obtener una tajada de esos ingresos, pero los youtubers más nuevos tendrán que demostrar primero su valía. La empresa dijo en un comunicado que su objetivo es "frenar a los malintencionados, estabilizar los ingresos de los creadores y proporcionar mayores garantías a los anunciantes".

La creación de este jardín amurallado marca un gran cambio para YouTube, que siempre se ha presentado como un sitio donde cualquier creador de videos puede volverse lo suficientemente popular como para ganarse la vida. Restringir los ingresos publicitarios de los nuevos creadores puede amenazar su capacidad para atraer y retener talentos, varios de los cuales se han ido con un alto costo. Royal Bank of Canada estimó que una primera ola de deserciones en 2017 le costó al sitio 750 millones de dólares.

"Aunque todavía queda mucho por hacer, nos sentimos alentados por los esfuerzos de YouTube para solucionar sus problemas de seguridad", afirma

Marc Pritchard, director de marca de Procter & Gamble Co., que ya redujo fuertemente su gasto publicitario. Pero otros anunciantes son escépticos respecto de la versión depurada. YouTube nunca se ha esmerado en deshacerse de contenido indecoroso, dice un jefe de marketing que no quiso ser identificado.

Bajo las nuevas restricciones YouTube tendrá, desde luego, menos videos para colocar publicidad, lo que significa que probablemente cobrará más por cada espacio. Ahora, ningún creador con menos de mil suscriptores podrá siquiera publicar anuncios en sus videos.

Cuando Google anunció los cambios a mediados de enero, dijo que el 99 por ciento de los canales afectados ganan menos de cien dólares al año. Eso no tranquilizó a muchos creadores, algunos de los cuales ya estaban furiosos cuando YouTube excluyó de su red publicitaria algunos videos que consideró riesgosos. "Cada vez que estoy cerca de un objetivo y estoy cerca de algo @YouTube cambia las reglas y literalmente me derriba", tuiteó Tianna Ouellette, una youtuber que publica videos de maquillaje y belleza.

Algunas estrellas de YouTube recomendaron a los creadores menos conocidos solicitar donaciones en plataformas como Patreon. Phillip Huynh, ejecutivo de la agencia de publicidad 360i, prevé que los aspirantes a "influencers" comiencen a pasar más tiempo en otras plataformas. "Tienen que estar en YouTube, pero no se lo jugarán todo allí", dice.

La primera prueba para YouTube llegará en la primavera con los NewFronts, el equivalente digital de las reuniones anuales donde las cadenas de televisión muestran a los anunciantes lo que tienen preparado para la próxima temporada. En 2012, YouTube "era el rey", dice Anselmo de Omnicom. Pero hoy, si a los anunciantes no les gusta lo que ven, tienen, al igual que los creadores, otras opciones.

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