Bloomberg Businessweek

Los bonos de Pemex son testigos de la desconfianza en la petrolera

El reporte de ganancias de Pemex representa otro golpe para la compañía del Estado, la petrolera principal más endeudada del mundo, con alrededor de 106 mil 500 millones de dólares en deudas pendientes.

Justo cuando los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex) finalmente se recuperaron de la derrota del año pasado, un deprimente informe de ganancias los hizo volver a caer.

Pemex dijo el 30 de abril que su producción de petróleo disminuyó un 12 por ciento en el primer trimestre con respecto al año anterior, mientras que sus refinerías operaron a solo un 34 por ciento de su capacidad. Cinco días después, los rendimientos de los bonos de la compañía con vencimiento en 2027 repuntaron 31 puntos básicos a 6.539 por ciento, transformándose en los rezagados entre sus pares mexicanos durante ese periodo.

Los resultados representan otro golpe para Pemex, la petrolera principal más endeudada del mundo, con alrededor de 106 mil 500 millones de dólares en deudas pendientes. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene planes de restaurar la compañía a su antigua gloria, pero luchó por revertir más de una década de mermas de la producción, dejando a los inversionistas no muy convencidos.

"Los problemas de Pemex son profundos y los mercados financieros internacionales no tienen fe en que hará lo que sea necesario para resolverlos", dijo Alejandra León, analista de energía de México en IHS Markit. "No hemos visto ningún indicio de que Pemex haya implementado acciones concretas para revertir los declives de producción, y lo que sorprendió es que el negocio de refinación no reflejó mayores ingresos por combatir el robo de combustible que formaba parte del plan de rescate".

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