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Lo que no te 'mata', te hace independiente: la lección de la guerra de EU contra Huawei

La medida de Estados Unidos contra Huawei ha acelerado la decisión de China de controlar más su propio destino al reducir su dependencia de la tecnología estadounidense.

El 'fanfarroneo' es un arma clave en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Así que es natural querer desestimar la última jugada. La prohibición por parte de Donald Trump, presidente de EU, a firmas estadounidenses para suministrar software y semiconductores a la tecnológica, Huawei, como otra táctica de negociación a corto plazo, no necesariamente terminarán en una resolución comercial

Si se lleva a cabo en toda su extensión, la lista negra del gobierno de Estados Unidos podría obstaculizar temporalmente a Huawei, que básicamente incluye piezas y software de compañías estadounidenses como Qualcomm y Google para construir y comercializar los 200 millones de teléfonos móviles que envía anualmente la firma China, más el valor de miles de millones de dólares en redes que vende a nivel mundial.

Pero también podría interrumpir la cadena de suministro de forma permanente. Alex Capri, miembro de la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur y antiguo funcionario de aduanas de Estados Unidos, lo expresa sin rodeos: "Las relaciones duraderas entre las redes de proveedores y los ecosistemas mundiales se desmoronarán", dice. "Los mercados se fragmentarán y habrá un desacoplamiento de China y EU en dos cadenas de suministro tecnológicas distintas".

No está claro qué tan larga será la lista negra. Cuando Donald Trump, presidente de EU, hizo un truco similar durante las negociaciones comerciales del año pasado, prohibiendo a los otros grandes fabricantes chinos de equipos de telecomunicaciones, ZTE, hacer negocios con compañías estadounidenses, la restricción se revirtió efectivamente menos de tres meses después de que ZTE aceptara pagar 1.4 mil millones de dólares. Ya se ha otorgado una prórroga de 90 días a algunas compañías de banda ancha e inalámbricas que utilizan equipos de Huawei, lo que le permite a Google continuar actualizando las aplicaciones móviles existentes en los teléfonos de Huawei, incluidos Mail y Maps. Sin embargo; la administración también está trabajando en una estrategia más amplia para restringir el acceso de China a la tecnología de EU. Y está considerando agregar a cinco compañías tecnológicas chinas más a la lista del Departamento de Comercio.

Independientemente de la duración de la permanencia de Huawei en la lista negra, la sacudida ya está empujando a Apple , Cisco y otras grandes empresas de EU a reevaluar contratos nuevos de expansión de fábricas en el extranjero. La guerra de Estados Unidos contra Huawei también ha acelerado la decisión de China de controlar más su propio destino al reducir su dependencia de la tecnología estadounidense, gastar en el desarrollo de sectores como los semiconductores y la inteligencia artificial, y pedir a las empresas como Huawei que fabriquen más de sus propios componentes o fuente y usar proveedores chinos en lugar de depender de compañías estadounidenses.

Esto será crucial si Huawei quiere mantener su dominio en el despliegue global de la tecnología móvil 5G de próxima generación. El vicepresidente Ken Hu dijo a un panel del Foro Económico Mundial en Davos en enero que Huawei ayudó a construir redes 5G en más de 10 países y espera hacerlo en otros 20 durante los próximos 12 meses.

El papel de la compañía en el establecimiento de estándares mundiales de tecnología y equipamiento 5G ha reavivado los temores de los funcionarios estadounidenses que lo han acusado de espiar para el gobierno chino. Si bien la tecnología actualizada no es necesariamente más sencilla de hackear que la red 4G, conecta muchos más dispositivos que crean miles de millones de puntos de entrada para los malos actores.

Tras las prohibiciones por parte de EU, el destino de la compañía china recae directamente en la administración de Trump, que podría potencialmente seleccionar con qué empresas trabaja Huawei. El secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo en Bloomberg Television el 17 de mayo que las acciones del departamento contra Huawei no están ligadas a la guerra comercial, pero también dijo que el historial de presunto espionaje del fabricante de equipos chino "es el tipo de comportamiento es el que se espera que las negociaciones comerciales vayan a mitigar."

El plan 5G de Huawei no se verá afectado por la prohibición de EU y "algunos definitivamente no podrán ponerse al día con los productos de alta gama y las tecnologías 5G de Huawei por dos o tres años", dijo el presidente ejecutivo Ren Zhengfei a los medios chinos.

La firma comenzó a almacenar componentes a mediados del año pasado. Podría funcionar como de costumbre durante al menos tres meses, según comentaron a Bloomberg personas familiarizadas con el tema.

Huawei ha acelerado los planes para diseñar sus propios chips. De acuerdo con el analista de Bernstein, Mark Li, HiSilicon, su filial de semiconductores, está en camino de convertirse en uno de los mayores fabricantes de chips de procesamiento de núcleo. Está creciendo rápidamente: HiSilicon generó casi 8 mil millones de dólares en ingresos el año pasado, más que los 2 mil 400 millones de dólares de hace cuatro años, estima Bernstein. Sin embargo, Huawei gastó alrededor de 11 mil millones de dólares en componentes de proveedores estadounidenses. Eso no puede ser reemplazado fácilmente en pocos meses.

La mitad de los chips de Huawei provienen de proveedores estadounidenses, dijo Ren. La tecnológica tiene un plan de respaldo para sostenerse a sí misma ante una escasez de suministro, dijo a los medios chinos, pero prefiere que las compañías en China y Estados Unidos "crezcan juntas". Agregó: "No podemos estar aislados del mundo".

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