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¿Te sobran 13 mdd? Cómprate esta mansión en el Pacífico mexicano

Se trata de una propiedad construida en Costa Careyes, región de Jalisco, que cuenta con 6 dormitorios y 5 piscinas, construida por albañiles y artesanos mexicanos.

Una propiedad de más de 5 mil metros cuadrados construida sobre un acantilado al sur de Puerto Vallarta está a la venta por 13 millones de dólares.

Se trata de una peculiar casa construida en un área de 3 acres sobre un acantilado con vista al océano pacífico, en la región de Costa Careyes.

El dueño de la propiedad es Dick Butera, un desarrollador estadounidense de bienes raíces y antiguo propietario del Hotel Jerome en Aspen.

La casa la construyó hace 14 años. Primero se erigió una propiedad pequeña, pero tras descubrir que se vendían 3 acres de acantilado al costado, Butera decidió comprarlo y hacer una mansión.

"No me costó darme cuenta de que era un pedazo de tierra único. Tiene agua por los tres lados", dijo Butera a Bloomberg, explicando por qué ni dudó en comprar el terreno.

Con ayuda del arquitecto Manolo Mestre, radicado en la Ciudad de México, logró construir la propiedad en 11 meses.

Butera y Mestre emplearon a 250 albañiles y artesanos para levantar la construcción e iniciaron con una pequeña aldea cercana en donde los trabajadores dormían y comían.

El resultado final es una casa de 6 dormitorios y ocho baños con cinco piscinas: tres principales y dos que le corresponden a cada una de las casas de huéspedes adjuntas. Todo lo anterior sin contar una pequeña casa al frente destinada al cuidador de la propiedad.

Se accede a la propiedad por un camino bordeado de palmeras. Al final del camino está la recepción principal y una sala de juegos.

La casa cuenta con gimnasio y teatro propios. Una cocina digna de un chef internacional de élite y una amplia gama de terrazas al aire libre, que constituyen uno de sus principales atractivos. El garaje tiene capacidad para 6 vehículos.

La casa está en el borde del acantilado por lo que no se puede acceder al mar directamente, pero Butera señala que no hay mejor manera de disfrutar de la vista del Pacífico que desde las alturas. "Estar en un acantilado es la mejor manera de estar en el mar. No hay cangrejos, no hay insectos, incluso es mejor cuando los huracanes golpean", dijo.

Pero, si se trata de una propiedad tan grande y hermosa, ¿por qué querría venderla?

La familia Butera, al inicio, pasaba hasta 16 semanas al año en la propiedad. Con el tiempo, eso fue disminuyendo y empezaron a visitar el lugar con menor frecuencia.

La propiedad se quedaba prácticamente vacía la mayor parte del año ya que Butera no dejaba entrar a cualquier persona desconocida. "No es el tipo de lugar al que enviaría a las personas que no conozco bien".

Un detonante fue la pasión por el golf que se generó en su hijo al crecer. Hoy, a sus 82 años de edad, Butera tiene planeado vender la propiedad y comprar una nueva casa en Estados Unidos a un costado de un campo de golf para que su hijo continúe jugando.

"No soy un multimillonario, no soy un amante de la fiesta, no puedo tener esa propiedad ahí detenida. Sin embargo sé que todos están sorprendidos por el hecho de que estoy vendiéndola", dijo.

Butera señala que el costo de mantener la propiedad es muy alto para la poca utilidad que le da. La propiedad fue publicada por Christies International Real State.

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