Él es el nuevo mediador entre los empresarios del país y AMLO

Un cambio de gobierno usualmente detona ajustes entre los diversos actores de la política y la economía de un país. Pero cuando una nueva administración llega con una promesa de cambio radical, la respuesta también suele ser de gran impacto para quedar a tono con los nuevos tiempos.

Así ocurrió en el seno de uno de los organismos más poderosos e influyentes de la política económica de México y que ha marcado el rumbo con autoridad de la vida empresarial del país: el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), que vio en Antonio del Valle Perochena al líder adecuado en estos momentos de cambio y de necesidad de entablar un nuevo diálogo con el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Del Valle Perochena sabe lo que es estar al frente de una organización de peso. Desde temprana edad aprendió sobre los retos y dificultades del alto mundo empresarial mexicano, como hijo de uno de los empresarios nacionales más destacados de los últimos años, Antonio del Valle Ruiz, y miembro de una familia cuyos negocios abarcan industrias tan disímiles como la construcción, la química y las finanzas.

Como presidente de la junta directiva de Kaluz, el conglomerado integrado por Mexichem, Ve Por Más (Bx+) y Elementia, le ha tocado encabezar la expansión y modernización de varias de sus líneas de negocio, sin perder los avances logrados por su padre en periodos anteriores. Sin embargo, el mayor reto para este administrador de empresas por la Universidad Anáhuac apenas empieza y poco tiene que ver con lo conseguido hasta ahora en el terreno empresarial.

Al frente del CMN, su primera labor será terminar de reparar la relación que existe entre los empresarios más poderosos del país y el presidente, quien en no pocas ocasiones los señaló de formar parte de los malestares de México y ha alejado con decisiones polémicas como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Cerrar la brecha entre la iniciativa privada y el gobierno federal es clave para ambos: la administración de AMLO necesita de los empresarios y sus capitales para poder llevar a cabo buena parte de sus proyectos de infraestructura y gobierno, mientras que los directivos saben que los constantes choques con la autoridad no genera un buen entorno de negocios.

Sin embargo, si alguien puede transformar el discurso desde el lado empresarial es Del Valle Perochena, por sus habilidades de negociación bien conocidas entre sus colegas y su manera peculiar de acercar el mundo empresarial a problemas de la vida diaria de los mexicanos como el impulso de formas alternativas y ecológicas de transporte y la promoción de nuevas formas de organización urbana para facilitar la convivencia.

Que el gobierno federal y el sector privado limen asperezas y logren acercarse en una nueva forma de organización y convivencia está por verse. Por lo pronto, los empresarios sacaron ya una de sus mejores cartas.