Andrea Hernández Palma, CFA, CIPM, FRM
Obtuve la certificación CFA hace dos años en el 2013. Sin embargo, yo diría que empecé a cosechar los beneficios de ésta desde que empecé a estudiar. Asumir el reto de estudiar el curriculum -como se le llama a los libros de estudio- mientras se está trabajando requiere de organización y constancia.
Además de las herramientas y técnicas que se aprenden al estudiar y que se pueden aplicar día a día trabajando en el sector financiero, las habilidades de organización, concentración y disciplina que se desarrollan al prepararse para los exámenes ayudan en muchas otras instancias de la carrera profesional.
Existen muchas situaciones laborales en donde hay que actualizarse, por ejemplo, entender nuevas regulaciones o aprender a manejar un nuevo software, y aún más en las que es necesario ser organizado y eficiente para trabajar en múltiples proyectos a la vez, con fechas de entrega muy apretadas.
El hábito de estudio y organización que se desarrolla al prepararse para el CFA se traducen en un mejor desempeño en el trabajo y por consecuencia en avances en la trayectoria profesional.
Ahora que tengo la certificación y que me encuentro en una situación particular, estudiando mi MBA en Wharton, la Universidad de Pennsylvania en EU, he podido constatar el poder de la marca a nivel mundial.
El tener la designación me ha ayudado a alcanzar muchas de mis metas profesionales. Por ejemplo, aunque los procesos de admisión a los programas de MBA en EU no se basan en una lista de criterios sino que se hace un análisis personalizado de cada candidato antes de ser admitido, sospecho que el tener la designación CFA sirvió como muestra de mi compromiso e interés en el desarrollo profesional para estar entre el apenas 14% de estudiantes que aplican y que son admitidos en los MBA de las escuelas de mayor tradición en EU.
Más aún, ahora que llegó el tiempo de buscar hacer prácticas profesionales en el verano, el tener la designación CFA me fue de gran ayuda para distinguirme entre mis compañeros, quienes tienen notables experiencias de trabajo en el sector financiero y que han trabajado en EU y otros países, pero que aún no tienen la designación CFA.
Obtuve entrevistas con los administradores de activos más importantes del mundo, como Fidelity, PIMCO, T. Rowe Price, entre otros. Estas empresas están interesadas en promover que sus administradores de portafolios obtengan la designación, pues es muestra de su habilidad técnica y la importancia que dan al fomentar una cultura ética.
Otro de las grandes beneficios de la certificación, es el poder entablar y mantener nuevas relaciones. En México y en EU, el toparse con alguien que tiene la designación o que está estudiando para obtenerla, y que habla del nivel de profesionalismo de la persona, es siempre un motivo para iniciar una conversación. En el tiempo que he estado fuera he asistido a algunos eventos del CFA de las sociedades de Filadelfia y Nueva York y en ambos he sido muy bien recibida, sobrepasando barreras como el idioma, la edad y la cultura.
De igual forma recomiendo ser miembro activo de la sociedad de CFA en México, pues se tocan temas de actualidad y los expositores son siempre del mejor nivel. Tal vez más importante, en estos eventos me encuentro con viejos amigos que he hecho a lo largo de mi carrera y estudios, que de otra forma sería difícil ver, y siempre es un gusto ponerme al corriente y ver como el CFA les ha ayudado a ellos también a progresar en su carrera.
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