El despido este miércoles de Jill Abramson como editora ejecutiva del New York Times ha desencadenado una ola de conversaciones en redes sociales y los medios, obviamente teniendo a Nueva York como el punto de ebullición de rumores y trascendidos.
The New Yorker refiere una tensa relación entre la primera mujer al frente del icónico medio y Arthur O. Sulzberger, Jr., presidente del mismo, así como diferencias con el CEO del Times, Mark Thompson.
En el Blog de Dylan Byers, en Politico, se indica que Thompson tenía un enfoque agresivo para la gestión de los recursos editoriales del periódico, lo que causaba frustración en la editora.
"Arthur Sulzberger y Mark Thompson tomaron una decisión que tiene que ver con los intereses del diario, pero también con sus intereses propios", señaló Michael Wolff, fundador de Newser.
A un día de la salida, ha crecido la versión de que Abramson habría reclamado que su salario no era igual al de su predecesor, Bill Keller, lo cual fue negado por el Times.
Por otra parte, en Forbes se cuestiona si Abramson fue despedida por ser "bossy".
"Esa palabra, cargada de una innegable carga de género, revela los temas más profundos que enfrentan las mujeres cuando hacen una demanda", escribe Ruchika TulShyan.
"Pushy", "brusque": so Jill Abramson was sacked for not being girly enough? http://t.co/xQAR03imA7
— Hadley Freeman (@HadleyFreeman) Mayo 14, 2014
Jill Abramson’s Ouster: Why Aren't Standards This High For Male Leaders? - Sarah Green - Harvard Business Review - http://t.co/LZiv2uSc6e
— Dr. Joy Qualls (@madamspeaker) Mayo 16, 2014