Historias de NegoCEOs

La huella de Carlos Slim en el mayor proyecto de Peña Nieto

El living de la casa que habita Fernando Romero en Las Lomas de Chapultepec tiene un detalle particular: un cuadro de 1.5 x 1.5 metros en el que resaltan 15 tomas de aviones en diferentes posiciones. Una pieza muy ad hoc para el estilo arquitectónico con influencia modernista que adoptó el inmueble construido en los años 50 del siglo pasado. Fernando Romero es el arquitecto que, junto con el mundialmente reconocido Norman Foster, ganó la licitación para diseñar el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el cual costará unos 169 mil millones de pesos y será el mayor proyecto de infraestructura del gobierno de Enrique Peña Nieto. Fernando Romero es yerno de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, según estimaciones de Forbes. Carlos Slim quiso construir el aeropuerto alterno al de la Ciudad de México que impulsó el gobierno de Felipe Calderón en el 2010. Tres años antes, en el 2007, también hizo público su interés por edificar y operar uno en la Riviera Maya, pese a que su amigo y exsocio, Fernando Chico Pardo, dueño del aeropuerto de Cancún y otro puñado de terminales aéreas en el sureste mexicano, nunca estuvo de acuerdo. Al final ninguno de estos proyectos se concretó. “Las cosas más importantes en la vida vienen solas; a veces la gente se obsesiona con ellas, pero hay un momento en que estas vienen simplemente a ti”, le dijo Romero a Matthew Donaldson, de la revista electrónica de lujo Nowness, en marzo pasado. Y como si esa frase y el cuadro que colgó en su casa, donde vive desde el 2010 con su esposa Soumaya Slim y sus cinco hijos, fueran una premonición, Romero obtuvo hace unos días el proyecto más grande que jamás imaginó: la mayor obra de infraestructura de las últimas décadas en México y la más importante del gobierno de Enrique Peña Nieto. Hace unos días el Financial Times, uno de los medios a los que Carlos Slim ha concedido más entrevistas en los últimos años, publicó un artículo en el que sugirió que este proyecto es una especie de ‘salvación’ para Slim, ante las regulaciones que enfrentan sus empresas de telecomunicaciones en México. “Nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ¿la salvación de Slim?", fue el título del texto en el que la periodista Jude Webber discurrió en torno a la injerencia que tendrán las firmas constructoras propiedad del empresario mexicano en el desarrollo del megaproyecto. Arturo Elías Ayub, el vocero y también yerno de Carlos Slim, le dijo a Bloomberg que el proyecto de Fernando Romero y el británico Norman Foster es independiente de cualquier negocio de Slim. Esto, en lo que tiene que ver con el diseño, pues los analistas ven al Grupo Carso y a Ideal, firmas propiedad de Slim, como unas de las favoritas para participar en la edificación del nuevo aeropuerto capitalino. Pero Fernando Romero no le debe todo a Slim. A pesar de que ha diseñado los inmuebles insignia que el multimillonario ha mandado a edificar en México, como el Museo Soumaya y la Plaza Carso, este arquitecto de 42 años se ha encargado de trazar su propio camino. En 1995, después de graduarse de la Universidad Iberoamericana, Fernando Romero se unió a la Office for Metropolitan Architecture (OMA), en Rotterdam, Holanda. Cuatro años más tarde fue nombrado Líder de Proyecto y responsable de la obra ganadora Casa da Música en Oporto, Portugal, edificio que fue reconocido como un un hito para la ciudad de Oporto y la arquitectura mundial. A su regreso a México fundó la empresa FR-EE en la Ciudad de México. Basta revisar su página web para constatar que los diseños de Fernando Romero están en prácticamente todos lados: en centros de convenciones, museos, acuarios, plazas comerciales, torres de oficinas, edificios y demás estructuras arquitectónicas lo mismo en la Ciudad de México, que en Estados Unidos o Noruega. Romero es quizá el yerno de Slim más independiente, pues no está relacionado directamente con sus empresas, como sí lo están Arturo Elías Ayub, quien está casado con Johanna Slim y es director de Alianzas Estratégicas de Telmex, o Daniel Hajj, esposo de Vanessa Slim, quien es el CEO de América Móvil, el emporio de telecomunicaciones que catapultó a Slim a la cima de los rankings de multimillonarios.“La huella de Carlos Slim está y tenía que estar en el mayor proyecto de infraestructura del sexenio y de las últimas décadas”, me dijo un conocido que ha estado cerca del empresario los últimos años. "El presidente está más tranquilo sabiendo que tiene el respaldo de Carlos Slim en su obra más grande de infraestructura".Posdata.El gobierno federal destinará 20 mil 500 millones de pesos para el diseño, ingeniería y gestión del nuevo aeropuerto. ¿Cuánto de este monto será para el despacho de Fernando Romero y Norman Foster? No es público, pero el IFAI deberá entregármelo en los próximos días. Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMalAquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs

El living de la casa que habita Fernando Romero en Las Lomas de Chapultepec tiene un detalle particular: un cuadro de 1.5 x 1.5 metros en el que resaltan 15 tomas de aviones en diferentes posiciones. Una pieza muy ad hoc para el estilo arquitectónico con influencia modernista que adoptó el inmueble construido en los años 50 del siglo pasado.

Fernando Romero es el arquitecto que, junto con el mundialmente reconocido Norman Foster, ganó la licitación para diseñar el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el cual costará unos 169 mil millones de pesos y será el mayor proyecto de infraestructura del gobierno de Enrique Peña Nieto. Fernando Romero es yerno de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, según estimaciones de Forbes.

Carlos Slim quiso construir el aeropuerto alterno al de la Ciudad de México que impulsó el gobierno de Felipe Calderón en el 2010. Tres años antes, en el 2007, también hizo público su interés por edificar y operar uno en la Riviera Maya, pese a que su amigo y exsocio, Fernando Chico Pardo, dueño del aeropuerto de Cancún y otro puñado de terminales aéreas en el sureste mexicano, nunca estuvo de acuerdo. Al final ninguno de estos proyectos se concretó.

"Las cosas más importantes en la vida vienen solas; a veces la gente se obsesiona con ellas, pero hay un momento en que estas vienen simplemente a ti", le dijo Romero a Matthew Donaldson, de la revista electrónica de lujo Nowness, en marzo pasado. Y como si esa frase y el cuadro que colgó en su casa, donde vive desde el 2010 con su esposa Soumaya Slim y sus cinco hijos, fueran una premonición, Romero obtuvo hace unos días el proyecto más grande que jamás imaginó: la mayor obra de infraestructura de las últimas décadas en México y la más importante del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Hace unos días el Financial Times, uno de los medios a los que Carlos Slim ha concedido más entrevistas en los últimos años, publicó un artículo en el que sugirió que este proyecto es una especie de 'salvación' para Slim, ante las regulaciones que enfrentan sus empresas de telecomunicaciones en México. "Nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ¿la salvación de Slim?", fue el título del texto en el que la periodista Jude Webber discurrió en torno a la injerencia que tendrán las firmas constructoras propiedad del empresario mexicano en el desarrollo del megaproyecto.

Arturo Elías Ayub, el vocero y también yerno de Carlos Slim, le dijo a Bloomberg que el proyecto de Fernando Romero y el británico Norman Foster es independiente de cualquier negocio de Slim. Esto, en lo que tiene que ver con el diseño, pues los analistas ven al Grupo Carso y a Ideal, firmas propiedad de Slim, como unas de las favoritas para participar en la edificación del nuevo aeropuerto capitalino.

Pero Fernando Romero no le debe todo a Slim. A pesar de que ha diseñado los inmuebles insignia que el multimillonario ha mandado a edificar en México, como el Museo Soumaya y la Plaza Carso, este arquitecto de 42 años se ha encargado de trazar su propio camino.

En 1995, después de graduarse de la Universidad Iberoamericana, Fernando Romero se unió a la Office for Metropolitan Architecture (OMA), en Rotterdam, Holanda. Cuatro años más tarde fue nombrado Líder de Proyecto y responsable de la obra ganadora Casa da Música en Oporto, Portugal, edificio que fue reconocido como un un hito para la ciudad de Oporto y la arquitectura mundial.

A su regreso a México fundó la empresa FR-EE en la Ciudad de México. Basta revisar su página web para constatar que los diseños de Fernando Romero están en prácticamente todos lados: en centros de convenciones, museos, acuarios, plazas comerciales, torres de oficinas, edificios y demás estructuras arquitectónicas lo mismo en la Ciudad de México, que en Estados Unidos o Noruega.

Romero es quizá el yerno de Slim más independiente, pues no está relacionado directamente con sus empresas, como sí lo están Arturo Elías Ayub, quien está casado con Johanna Slim y es director de Alianzas Estratégicas de Telmex, o Daniel Hajj, esposo de Vanessa Slim, quien es el CEO de América Móvil, el emporio de telecomunicaciones que catapultó a Slim a la cima de los rankings de multimillonarios.

"La huella de Carlos Slim está y tenía que estar en el mayor proyecto de infraestructura del sexenio y de las últimas décadas", me dijo un conocido que ha estado cerca del empresario los últimos años.

"El presidente está más tranquilo sabiendo que tiene el respaldo de Carlos Slim en su obra más grande de infraestructura".

Posdata.
El gobierno federal destinará 20 mil 500 millones de pesos para el diseño, ingeniería y gestión del nuevo aeropuerto. ¿Cuánto de este monto será para el despacho de Fernando Romero y Norman Foster? No es público, pero el IFAI deberá entregármelo en los próximos días.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

Aquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs

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