Hace tres años los principales accionistas de Grupo Modelo hicieron el negocio de sus vidas al vender la productora de cerveza más grande de México por 20 mil 100 millones de dólares, la cifra más alta que se ha pagado por una empresa mexicana. María Asunción Aramburuzabala y Valentín Díez Morodo invirtieron mil 500 millones de su fortuna en la cervecera AB-InBev, pero de Carlos Fernández, su CEO durante más de 15 años, no se supo casi nada. Esta es su historia.
En el 2010, anticipando la probable salida del negocio cervecero, Carlos Fernández, entonces presidente y director general de Grupo Modelo, adquirió junto con un grupo de inversionistas el control de Finaccess, una administradora de portafolios de inversión con presencia en México y Estados Unidos.
En ese entonces la sociedad administraba cerca de 4 mil 300 millones de pesos y proyectaba concluir el 2010 con un monto de 6 mil 400 millones. Al cierre del 2015, a través de seis fondos de inversión: tres de deuda y tres de renta variable, gestionó activos netos por 19 mil millones de pesos, provenientes de 2 mil 321 inversionistas.
El empresario también estuvo relacionado con otra administradora de activos, llamada Tenedora San Carlos, de la cual habría salido hace tiempo para enfocarse a Finaccess.
Carlos Fernández fue consejero de ICA, pero renunció antes de que estallara la bomba que hoy la tiene al borde del concurso mercantil. También salió del consejo de administración de Emerson Electric, una firma estadounidense de manufactura y tecnología, días después de anunciar la venta de Grupo Modelo. El 30 de septiembre del 2013 vendió 2 mil 199 acciones de esta firma, con lo que su participación quedó en 67 mil 427 títulos, con un valor de casi 5 millones de dólares.
Sin embargo, el mayor interés del empresario mexicano está en el Grupo Financiero Santander. En noviembre del 2014 fue nombrado consejero independiente del banco español a escala global, tras varios años de estar relacionado con la unidad mexicana y la casa de bolsa.
Este nombramiento fue definitivo para que tomara la decisión de mudarse a vivir a Madrid, España, con su familia. Su esposa Lucrecia Aramburuzabala, hermana de Mariasun, 'la empresaria superpoderosa', tiene relación con el Museo del Prado y otros negocios en la capital española. Otro de los motivos para abandonar México fue la inseguridad, sobre todo tras la multimillonaria venta de Grupo Modelo.
Hace apenas unos días, a finales de febrero, Carlos Fernández hizo patente su interés en el banco español y se convirtió el tercer consejero con mayor participación accionaria, sólo detrás de los dos hermanos Botín: Javier y Ana, hijos de Emilio Botín, presidente del Banco Santander durante las últimas tres décadas, quien murió en el 2014.
De acuerdo con reportes de Santander, actualmente Carlos Fernández posee cerca de 15.5 millones de acciones del banco español, con un valor aproximado de 55 millones de euros, lo cual representa un total de 0.11 por ciento de su capital.
Carlos Fernández y los principales accionistas del banco están tratando de apuntalar el precio de la acción, que se cotiza en niveles no vistos desde los años 90, afectada por las complicaciones económicas en Europa y por resultados financieros peores a los estimados por los inversionistas. Antes de la compra de acciones, los títulos de Santander acumulaban una caída de 26 por ciento en 2016. Al cierre de ayer, la minusvalía se redujo a 10 por ciento.
La última vez que vi a Carlos Fernández fue en octubre del 2012, cinco meses después de que se anunciara la venta de Modelo. Fue en la presentación de un libro de Carlos Alazraki, el publicista que contribuyó a que "en México y en el mundo la cerveza sea Corona". Aquel día, Carlos no quiso hablar de su futuro empresarial.
Posdata
De vez en cuando, Carlos Fernández aterriza en la Ciudad de México para reunirse con inversionistas, revisar la operación de Finaccess y acudir a foros de Endeavor, organización de la que es consejero. Hace no mucho estuvo en el IPADE junto con Emilio Azcárraga. Todavía habló con nostalgia de Grupo Modelo.
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