Historias de NegoCEOs

Bombardier: el reto de vender aviones y trenes en México

La canadiense Bombardier tiene en México uno de sus principales centros de manufactura de aviones y trenes del mundo. Alfredo Nolasco, su líder en el país, se jacta de que cada aeronave de la marca Bombardier lleva al menos una pieza mexicana. No obstante, esto no se refleja en sus ventas locales, las cuales, si bien dieron un salto de 149 por ciento en el año fiscal 2014, siguen siendo muy pequeñas: 229 millones de dólares contra los 20 mil 111 millones que generaron todos sus mercados, es decir, apenas uno por ciento de total.¿La razón? México no se ha sofisticado lo suficiente en ninguno de estos dos sectores. Sobre todo en el de trenes de pasajeros.En el país corren apenas unos cuantos trenes de pasajeros, como el Suburbano 1 en la Ciudad de México, que no han terminado de ser exitosos. Los demás proyectos urbanos e interurbanos, exceptuando el tren México-Toluca, han fracasado y están prácticamente sepultados. El Sistema de Transporte Colectivo (Metro) del DF es acaso el único proyecto medianamente bien logrado. Sin contar, por supuesto, el desastre de la Línea 12. “(Mis jefes canadienses) me dicen que tengo que vender, vender y vender…”, comenta sonriente Nolasco cuando le pregunto qué opinan los directores de Bombardier sobre el mercado mexicano. El directivo reconoce que la evolución del sector de transporte, específicamente en trenes de pasajeros, no ha sido la idónea, pero se siente optimista por lo que pueda venir.Tras fracasar el proyecto del tren México-Querétaro, el cual se quedó en el limbo (y aún está pendiente de pagar una indemnización a la empresa China a la que se le adjudicó una vez el contrato), y el Transpeninsular, proyectos que se planearon en la actual administración federal, a Nolasco todavía le quedan esperanzas.Por eso, ahora Bombardier apunta a los proyectos de sustitución de trenes de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, las modificaciones que se puedan dar en la Línea 4 y, en caso de requerirse, participar en la proveeduría del nuevo material rodante para la Línea 12. Otro negocio potencial que ven es dar mantenimiento a ferrocarriles. Asimismo, ven la oportunidad de llevar sus trenes a países de Latinoamérica y el resto del mundo. Otra veta de negocio importante podría venir de la expansión del sector de trenes de carga en México, luego de que Ferromex se desprenda de Grupo México para cotizar de forma independiente en la Bolsa Mexicana de Valores, donde podría levantar hasta mil millones de dólares en recursos frescos. Hace unas semanas, Bombardier México entregó su locomotora número 2 mil a un cliente. Estaba pintada con los colores de Ferromex.La planta que tiene en Ciudad de Sahagún es la tercera más grande de toda la red de Bombardier a nivel mundial y emplea a 2 mil empleados. En Querétaro tiene otra exclusivamente para piezas de avión, donde laboran unos mil 600 trabajadores, luego del recorte de 380 personas a inicios del 2015.En este negocio, el de la aviación, Alfredo Nolasco también ve nuevas oportunidades en el mercado mexicano, conforme las aerolíneas están modernizando su flota. Aeroméxico ya posee algunos aviones de la serie C de Bombardier y estaría interesado en hacer un nuevo pedido. Sus clientes también son las fuerzas armadas mexicanas. Todo lo que fabrica Bombardier en Querétaro y Ciudad Sahagún se exporta, incluyendo lo que vende al mercado mexicano, por una normativa que debe cumplir. Esto explica la razón por la que los trenes Bombardier que usa Ferromex se los compra a un tercero.PosdataLa lección que dejaron los fallidos proyectos de trenes México-Querétaro y la Línea 12 del Metro es que no deben ponerse en riesgo por quererse sacar antes. Eso es, ya se vio,, “políticamente” incorrecto.Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMalAquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs

La canadiense Bombardier tiene en México uno de sus principales centros de manufactura de aviones y trenes del mundo. Alfredo Nolasco, su líder en el país, se jacta de que cada aeronave de la marca Bombardier lleva al menos una pieza mexicana. No obstante, esto no se refleja en sus ventas locales, las cuales, si bien dieron un salto de 149 por ciento en el año fiscal 2014, siguen siendo muy pequeñas: 229 millones de dólares contra los 20 mil 111 millones que generaron todos sus mercados, es decir, apenas uno por ciento de total.

¿La razón? México no se ha sofisticado lo suficiente en ninguno de estos dos sectores. Sobre todo en el de trenes de pasajeros.

En el país corren apenas unos cuantos trenes de pasajeros, como el Suburbano 1 en la Ciudad de México, que no han terminado de ser exitosos. Los demás proyectos urbanos e interurbanos, exceptuando el tren México-Toluca, han fracasado y están prácticamente sepultados. El Sistema de Transporte Colectivo (Metro) del DF es acaso el único proyecto medianamente bien logrado. Sin contar, por supuesto, el desastre de la Línea 12.

"(Mis jefes canadienses) me dicen que tengo que vender, vender y vender…", comenta sonriente Nolasco cuando le pregunto qué opinan los directores de Bombardier sobre el mercado mexicano. El directivo reconoce que la evolución del sector de transporte, específicamente en trenes de pasajeros, no ha sido la idónea, pero se siente optimista por lo que pueda venir.

Tras fracasar el proyecto del tren México-Querétaro, el cual se quedó en el limbo (y aún está pendiente de pagar una indemnización a la empresa China a la que se le adjudicó una vez el contrato), y el Transpeninsular, proyectos que se planearon en la actual administración federal, a Nolasco todavía le quedan esperanzas.

Por eso, ahora Bombardier apunta a los proyectos de sustitución de trenes de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, las modificaciones que se puedan dar en la Línea 4 y, en caso de requerirse, participar en la proveeduría del nuevo material rodante para la Línea 12. Otro negocio potencial que ven es dar mantenimiento a ferrocarriles. Asimismo, ven la oportunidad de llevar sus trenes a países de Latinoamérica y el resto del mundo.

Otra veta de negocio importante podría venir de la expansión del sector de trenes de carga en México, luego de que Ferromex se desprenda de Grupo México para cotizar de forma independiente en la Bolsa Mexicana de Valores, donde podría levantar hasta mil millones de dólares en recursos frescos. Hace unas semanas, Bombardier México entregó su locomotora número 2 mil a un cliente. Estaba pintada con los colores de Ferromex.

La planta que tiene en Ciudad de Sahagún es la tercera más grande de toda la red de Bombardier a nivel mundial y emplea a 2 mil empleados. En Querétaro tiene otra exclusivamente para piezas de avión, donde laboran unos mil 600 trabajadores, luego del recorte de 380 personas a inicios del 2015.

En este negocio, el de la aviación, Alfredo Nolasco también ve nuevas oportunidades en el mercado mexicano, conforme las aerolíneas están modernizando su flota. Aeroméxico ya posee algunos aviones de la serie C de Bombardier y estaría interesado en hacer un nuevo pedido. Sus clientes también son las fuerzas armadas mexicanas.
Todo lo que fabrica Bombardier en Querétaro y Ciudad Sahagún se exporta, incluyendo lo que vende al mercado mexicano, por una normativa que debe cumplir. Esto explica la razón por la que los trenes Bombardier que usa Ferromex se los compra a un tercero.

Posdata

La lección que dejaron los fallidos proyectos de trenes México-Querétaro y la Línea 12 del Metro es que no deben ponerse en riesgo por quererse sacar antes. Eso es, ya se vio,, "políticamente" incorrecto.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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