En México, cada año fallecen más de 500 mil personas, de las cuales cerca del 10 por ciento mueren inesperadamente en un accidente. Además, en el país existen alrededor de 860 mil personas con una discapacidad motora provocada por un accidente.
Si bien estas cifras pueden parecer importantes, es aún más impactante el ponerlas en el contexto de una familia. ¿Qué pasa cuando algún miembro de ella resulta ser parte de esta estadística? Más aún, ¿Qué implicaciones se tienen cuando quien aporta los mayores recursos económicos al hogar sufre el accidente?
Desgraciadamente este caso no es algo improbable, en lo personal tengo familiares que han sufrido una situación como ésta y el impacto en la estabilidad económica ha sido muy grande. A menudo cuando este tipo de eventos se dan, además de la tragedia financiera, las relaciones personales en el círculo familiar sufren un deterioro muy importante.
Un instrumento que permite contener el impacto de una eventualidad como ésta son los seguros de vida. Pero, en nuestro país es muy baja la penetración, pues apenas 8 millones de personas cuentan con esta protección, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros.
En ese sentido, AXA Seguros estima que al menos 85 de cada 100 mexicanos que fallecen no contaban con el respaldo de un seguro de vida que permitiera a sus familiares conservar su estabilidad económica.
Por ello, es importante la función que realizan las aseguradoras al momento de desarrollar productos, en los que el cliente tiene la posibilidad de seleccionar una cantidad mensual y el número de años que desea que su familia reciba el dinero en caso de fallecimiento como si fuera un sueldo.
La mejor forma de entender lo poderoso de un instrumento como este es con un ejemplo:
Un padre de familia que tiene a su esposa y un hijo, y cuyo ingreso total mensual que aporta es de 35 mil pesos, por un costo de 780 pesos mensuales podría contar con una protección y respaldo ante un fallecimiento, con los siguientes beneficios: 20 mil pesos al mes durante 5 años, 80 mil para gastos funerarios y 240 mil para fondo de emergencias.
Otro de los beneficios de este tipo de productos es que en caso de sufrir un accidente o enfermedad que provoque una invalidez total o permanente de la persona asegurada, ésta quedará protegida, sin que tenga que hacer los pagos de primas (los 780 pesos mensuales del ejemplo anterior), y recibe además una cantidad de dinero que quedó establecida cuando se hizo la contratación del seguro.
Recuerda que la adopción de un seguro contribuye al impulso de la economía nacional y familiar, beneficiando el desarrollo y protegiendo el patrimonio que tanto tiempo te ha costado construir.
Alejandro Pérez Galindo es Director del Canal Brokers y Despachos en AXA Seguros