Ahora que estamos en plena temporada de lluvias, me he encontrado con algunos datos de la exposición que tenemos los mexicanos a los daños por tormentas y huracanes.
Desde el punto de vista económico, los desastres por fenómenos hidrometeorológicos dejaron en 2013 pérdidas por más de 40 mil millones de pesos, de acuerdo con un comunicado emitido por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
De estos daños, sólo el 8.9% estaba asegurado. Además, el sector asegurador pagó más de 3 mil 600 millones de pesos en indemnizaciones por daños ocasionados por los fenómenos hidrometeorológicos, de entre los que destacan los huracanes "Ingrid" y
"Manuel".
Al revisar esta estadística, he recordado dos historias personales de cómo las lluvias pueden afectar nuestro patrimonio.
La primera sucedió hace apenas unos días, el 17 de agosto, un domingo que cayó una granizada fuertísima que se convirtió en noticia. Por esta tormenta se dañó la casa de un amigo que vive en Cuajimalpa. Su casa se ubica en una zona montañosa, y el cerro que está a un costado de su hogar se desgajó, provocando que una cantidad de tierra enorme cayera sobre una parte de su casa y destruyera la casa vecina.
La segunda historia. Era la temporada de lluvias de hace cuatro años, acababa de remodelar el lugar donde vivo y nos encontrábamos fuera de casa. Fue una de esas tardes de lluvia y mi casa se dañó.
Yo no sabía pero unos metros hacia el frente de mi vivienda corre un pequeño río que se desbordó, rompió el muro de colindancia del inmueble de enfrente así como la puerta dejando que el agua fluyera hacia mi casa (y hacia otras más).
Lo primero que quise entender fue ¿por qué ocurrió y por qué no contaba con un seguro que protegiera el patrimonio por el que he trabajado por tantos años? El piso de madera que habíamos puesto en casa quedó dañado, al igual que una computadora y algunos libros. La sensación de impotencia y coraje fue muy grande y de hecho cada vez que llovía me sentía muy nervioso.
Un seguro de casa habitación es esencial para que nuestro hogar esté protegido. Por lo general tiene un costo anual (prima mínima) de 2 mil pesos; con un deducible de unos 600 pesos aplicable dependiendo de los niveles de cobertura.
En el caso de la contratación de una cobertura extra de desastres naturales (que incluya los daños ante cualquier fenómeno hidrometeorológico, como puede ser lluvia, granizo, huracán, inundación, vientos tempestuosos, etc.) el costo puede variar dependiendo de la zona, sin embargo, para la ciudad de México, un seguro de hogar total costaría en promedio 5 mil pesos al año.
Antes de contratarlo:
Infórmate de los riesgos: identifica qué tipo de suelo es vulnerables a un sismo o terremoto, o que tu delegación contenga puntos de encharcamiento
Cuando compras una casa a crédito es probable que el banco o la inmobiliaria ponga como condición la contratación de un seguro, esta cobertura ampara la deuda, no necesariamente el inmueble. Revisa las condiciones
Seguros para no propietarios: Si rentas una casa o departamento también puedes protegerte. Contrata un seguro sólo para contenido.
Alejandro Pérez Galindo es Director de Mercadotecnia de AXA Seguros y su email es: apg2306@gmail.com
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