Bajío

Revolución Educativa 5.0 para el desarrollo de México

El conocimiento, las competencias profesionales y las conductas morales forman los perfiles de lo que llamamos una persona educada

Hoy en día, las instituciones educativas evolucionan a un ritmo diferente de los retos de la realidad nacional. Si hacemos un análisis del México de hoy en el sector educativo tenemos tareas pendientes por atender, tales como: una expansión acelerada de los servicios para incluir a más ciudadanos; vinculación de la formación media y superior al mercado laboral; aprendizaje con calidad; actualización permanente de los docentes para atender los avances en las ciencias y las demandas sociales; integración de nuevas tecnologías para el aprendizaje, así como atención personalizada en diferencias culturales, individuales y de género.

En este sentido, es importante centrarnos en la formación permanente de los ciudadanos para atender las demandas de talento en los distintos sectores del país, ya que la complejidad de la articulación de todo el sistema educativo nacional exige colocar a niños, jóvenes y adultos como eje integrador de los esfuerzos. Desde esta visión toda la acción en la educación deberá de enfocarse a responder la pregunta: ¿Cómo extraigo lo mejor de cada persona para que pueda ser exitoso en la sociedad?

El conocimiento, las competencias profesionales y las conductas morales forman los perfiles de lo que llamamos una persona educada, si retomamos cada uno de los retos ya enunciados es fácil concluir que nuestro sistema educativo requiere de un nuevo modelo donde la familia, la escuela, las universidades, la industria, la sociedad y el gobierno, trabajemos con un sólo objetivo: FORMAR ÍNTEGRAMENTE A CADA MEXICANO. Si queremos lograr una Revolución Educativa 5.0 que nos lleve a impulsar el desarrollo de nuestra sociedad, es necesario pensar fuera de la caja.

Aprendamos de países que ya han hecho la tarea como Brasil y Chile, que nos aportan experiencias latinoamericanas de expansión con calidad, utilizando ciencia aplicada como la educación mediada tecnológicamente con celular, tabletas, realidad aumentada y simuladores, que llevan la enseñanza a lugares alejados de las ciudades.

Una evaluación docente que se enfoca en el aprendizaje y en la permanencia del estudiante en las aulas, al mismo tiempo que busca a maestros inspiradores que dejen huella en la vida del alumnado. Igualmente, nos muestran la importancia de la personalización del aprendizaje utilizando medios adaptativos para atender diferencias individuales, de inclusión social y de mayor acceso a sectores marginados.

Estos modelos también han dado apertura a inversión privada para incrementar el impacto del Estado en todos los niveles educativos. Actualmente, en México ya implementamos varias de estas prácticas, pero aún tenemos el reto de escalarlo para democratizar la educación, expandir la movilidad social y transformar las vidas de nuestros universitarios.

*Rector Institucional de Aliat Universidades

rcampos@aliatuniversidades.com.mx

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