Bajío

Responsabilidad social, cuestión 'de vida o muerte' para empresas

"Ya no se trata de un tema de altruismo o donaciones, necesitas ser una empresa responsable para sobrevivir", dice Roberto Cabrera, socio líder de KPMG

“responsabilidad_bajio25a"

La responsabilidad social corporativa ya no es sólo un asunto de otorgar donativos o sembrar árboles, es un tema de desarrollo y acciones relacionadas con aspectos de sustentabilidad y colaboración social, que tengan un impacto de corto, mediano y largo plazos.

"Hoy las empresas que no tengan realmente un enfoque sostenible, son empresas que van a morir", aseguró Roberto Cabrera, socio líder nacional de Asesoría de KPMG.

Mencionó que en los últimos diez años, el tema ha venido desarrollándose de forma importante. El concepto ha avanzado, de aspectos de altruismo y responsabilidad social corporativa, hacia un tema más completo de sostenibilidad.

En este sentido, comentó que al final, si bien es importante que una compañía obtenga utilidades, también es esencial que sea corporativa y socialmente responsable, así como ecológica.

"Ya no se trata de un tema de altruismo o de donaciones. Necesitas ser una empresa responsable para poder sobrevivir, porque hoy en día todo el mundo está atento, está observando, así que si eres una empresa corrupta o no pones atención al medio ambiente, a la larga vas a morir", puntualizó Cabrera

Empresas establecidas en el Bajío, convencidas de que mejorar su entorno les permitirá a la postre sustanciales beneficios, incluyen en su plan de trabajo actividades que les permitirán no sólo mejorar su imagen, sino transformarse en un agente de cambio social.

Compañías como Michelin, Bombardier, Kellogg o Freudenberg tienen en sus portafolios programas de responsabilidad social empresarial enfocados al apoyo educativo y de alimentación, así como al cuidado del medio ambiente en localidades cercanas a donde se encuentran instaladas.

Son empresas que destinan, en términos generales, entre 4 y 5 por ciento de su presupuesto anual a este segmento.

En Querétaro, hay casos de éxito como el de la alemana Freudenberg, que trabaja en acciones y programas para atender necesidades educativas y de infraestructura escolar para niños de kínder y preescolar en el estado; así como la iniciativa Reforestemos México.

La francesa Michelin cuenta con el Programa de Valorización de Llantas Usadas, en colaboración con las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro, a través del cual se lleva a cabo la recolección de llantas producidas en los municipios de la Sierra Gorda para reutilizarlas y evitar contaminación a partir de los componentes de las mismas.

Los proyectos valorizan las actividades en la región, ya que, por ejemplo, la también francesa Faurecia puso en marcha en 2017 el programa de educación y cultura vial "1,2,3 por mi seguridad", que se imparte en escuelas de educación primaria en el municipio de San José Iturbide, Guanajuato.

En San Juan del Río, la empresa PPG lleva a cabo el programa "Colorful", que considera una inversión de 10 millones de dólares a un plazo de diez años –de los cuales llevan cinco–.

Entre las acciones que se llevan a cabo como parte del proyecto, está la mejora en la infraestructura de espacios públicos y escuelas, principalmente.

No obstante, también trabajan en medidas de apoyo a la educación, enfocando esfuerzos en el tema de ciencia y tecnología, comentó Sara Herrera Ramírez, coordinadora de Experiencia del Cliente de la compañía.

"Estamos impulsando el estudio de matemáticas, ciencias y tecnología en los niños, porque al final, este tipo de información no es muy accesible en la educación, así que nosotros estamos impulsando estos proyectos acercándonos a varias universidades, preparatorias, secundarias para que los niños tengan ese interés por la ciencia", agregó.

INFORMACIÓN PRECISA

KPMG indica que cerca de la mitad de las empresas en el país ya emiten algún tipo de reporte de sostenibilidad y esa es la tendencia a nivel mundial.

En México, hace diez años sólo 15 por ciento de las compañías tenían un reporte de sostenibilidad, y actualmente el dato se ubica en 47 por ciento. Sin embargo, de ese 47 por ciento, sólo la mitad lo hace a partir de un estándar internacional.

De acuerdo con el estudio de KPMG sobre reporting de responsabilidad corporativa 2017, "El camino por recorrer", los informes tradicionales de responsabilidad social corporativa se han enfocado en divulgar información estadística, como cuántos metros cúbicos de agua ha ahorrado la compañía, cuántas toneladas de carbono ha reducido o cuántas horas de formación han recibido sus empleados.

Pero sin información de contexto o impacto, este tipo de datos están perdiendo el significado real.

IMPACTO, NO ESTADÍSTICAS

El futuro del reporte en responsabilidad corporativa, añade el estudio, trata de comunicar impactos, no estadísticas.

Los grupos de interés "financieros" –incluyendo inversores, financiadores y aseguradoras– necesitan saber los impactos de la compañía en la sociedad y el medio ambiente, y cómo esto puede impactar en el desempeño del negocio en el futuro.

Quieren ver que las compañías entienden estos impactos y cuál es su respuesta a los mismos. Por ejemplo, ¿su compañía está llevando a cabo actuaciones para reducir estos riesgos, busca oportunidades o se está capacitando para la creación de valor en el futuro?

En cuanto a la inversión responsable, la "inversión de impacto" es un área en crecimiento que aumentará la presión sobre las compañías, para que éstas divulguen sus impactos en la sociedad de una manera medible y comparable, expone.

Roberto Cabrera consideró, en este aspecto, que más empresas deben realizar reportes de sostenibilidad con base en estándares internacionales.

Además, los empresarios tienen que considerar que sus proveedores también sean socialmente responsables y sustentables, de tal manera que el tema no es solamente para empresas públicas, sino aplica para todo tipo de negocios.

"Cada día más, las regulaciones en el mundo te van imponiendo este tipo de situaciones, algunas son parciales, otras son más totales, pero nadie se va a salvar", puntualizó el socio de KPMG.

También lee: