Bajío

Las remesas y 'el sueño americano'

El sueño americano representa para México una cantidad importante de remesas que hacen menos indecoroso el déficit de cuenta corriente, pero también significa la alimentación, salud y educación de muchas personas. 

México tiene varios frentes en su relación con Estados Unidos en los que debe, en la medida de lo posible, negociar astuta y eficientemente. Enfrenta la renegociación del TLC; el endurecimiento de la política migratoria de deportación y del programa DACA; la construcción del ''muro"; y lo que salga, por si las dudas.

El sueño americano representa para México una cantidad importante de remesas que hacen menos indecoroso el déficit de cuenta corriente. La magnitud de los envíos en 2016 fue de poco menos de 27 mil millones de dólares; sin esta cantidad el déficit en cuenta corriente hubiera alcanzado los 50 mil millones de moneda estadounidense, en lugar de los 23 mil millones registrados en la balanza de pagos.

Durante el primer semestre de 2017 se contabilizaron 14 mil millones en el renglón de remesas, un incremento de 5.9 por ciento anual. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015, alrededor de tres millones de hogares mexicanos son receptores, lo que representa unas 6.5 millones de personas beneficiadas. En los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí son 250 mil hogares o poco más de medio millón de individuos los favorecidos por dichos envíos.

En los primeros seis meses de 2017 estas tres entidades recibieron dos mil millones de dólares, de los cuales una cuarta parte se concentró en 16 municipios de la región; la mayoría de ellos los más representativos y poblados de cada Estado. Las capitales económicas León, Querétaro y San Luis Potosí incluidas.


El estudio de la ENIF indica que de los 250 mil hogares que reciben dinero del exterior, el 53 por ciento lo hace a través de una empresa remesadora o en las cadenas que venden electrodomésticos y que también ofrecen este servicio; en tanto que un 18 por ciento acude a una sucursal bancaria para cobrar un cheque u orden de pago.

Lo más trascendente del análisis es el destino de los recursos. En el Bajío, de acuerdo con la encuesta, 64 por ciento de los hogares focaliza el dinero para comprar comida, cubrir gastos personales o de servicios; en tanto que un 20 por ciento de los entrevistados declaró como destino principal la cobertura de enfermedades, emergencias o imprevistos; mientras que en tercer lugar, con 8 por ciento de las respuestas, lo utiliza para la educación de los hijos.

En segundo plano, 6 por ciento de los hogares usa las divisas para invertir en un negocio; 4 por ciento para ampliar, comprar o remodelar casa; y una cifra similar para la adquisición de activos como terrenos, animales, autos, etc.

Como se puede apreciar, el destino principal de las remesas se enfoca en la cobertura de necesidades básicas. Comportamiento del gasto que refleja las condiciones socioeconómicas de los hogares y su grado de dependencia con la situación laboral y de estancia en Estados Unidos de quien manda el dinero.

El sueño americano significa alimentación, salud y educación para muchas personas que se encuentran de este lado de la frontera norteamericana; así, si la política migratoria estadounidense promueve grandes deportaciones, se despertará de un sueño para encontrar una realidad menos decorosa, por decirlo de alguna forma.

*Director General de Forecastim SC y editor de la revista Triángulo Industrial Bajío.
rtrejo@forecastim.mx

También lee: