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Nosotros hemos crecido incluso en épocas de recesión. Cuando se dio la crisis del 2008-09, que la economía del país cayó 5 por ciento, nosotros crecimos 6 por ciento.
Para Tresguerras, empresa de autotransporte guanajuatense, el principal problema del sector es la inseguridad, más allá del alza en insumos o la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"El panorama es muy grave y no vemos que esté en vías de solución. Los hechos nos dicen que cada año se está poniendo peor", expone Jorge Enrique Almanza Mosqueda, director general de la compañía.
La zona más peligrosa, dice, es la que se ubica en Puebla, Tlaxcala y Veracruz, conocida por los transportistas como el 'triángulo de las Bermudas'.
"Lo que entra ahí se pierde, es increíble el número de robos al autotransporte que hay en esa zona", lamenta. Los ladrones se han sofisticado a tal punto que tienen tecnología para inhabilitar la señal de GPS.
Almanza habla de las expectativas de la empresa, que pese a todo son optimistas. Este año prevé un crecimiento de ventas de 23 por ciento. "Nosotros duplicamos nuestras ventas cada cuatro años", asegura.
Tresguerras, que nació en 1935 como una pequeña compañía del Bajío con seis camiones, tiene previsto este año comprar 250 tractocamiones que harán más poderosa su flota de dos mil 250 unidades. Esto le permitirá mantenerse en un lugar destacado entre las empresas mexicanas de transporte.
¿Cómo llega Tresguerras a sus 83 años?
En 2017 tuvimos un crecimiento en ventas de 25 por ciento. Nosotros duplicamos nuestras ventas cada cuatro años. En los últimos 20 años así ha sido.
Al día de hoy tenemos mil 600 camiones de carretera, prácticamente todos tractocamiones, y 650 camiones pequeños para la distribución en las ciudades; en total tenemos dos mil 250 unidades.
¿Cuántos kilómetros recorren al mes?
En Tresguerras tenemos 130 bodegas distrubuidas en 60 sucursales en todo el país, muchos de los viajes se hacen entre las bodegas, aunque una parte también la hacen al domicilio de los clientes, pero el promedio de kilometraje que recorren nuestros camiones en carretera anda en ocho mil 500 kilómetros mensuales, que es un promedio bajo para la industria. Nuestra especialidad es la paquetería, embarques pequeños, pero los clientes nos pueden embarcar desde un sobre, una caja, hasta 30 toneladas. Nosotros manejamos 300 mil remesas cada mes.
¿Qué segmento es el que más les demanda?
Es mercancía de todo, mucho para comercio, pero también para la industria alimentaria, confección, manufactura e incluso automotriz, por ejemplo piezas pequeñas de importación principalmente provenientes de Laredo o de algunos aeropuertos.
Nuestra principal sucursal es la ciudad de México, donde tenemos diez bodegas. La número 2 es Guadalajara, con ocho y la tercera es Monterrey, también con ocho. Entre esas tres se maneja alrededor de 50 por ciento de los embarques.
¿Cuáles son sus expectativas para este año?
Lo vemos difícil, igual que los anteriores. Ya se me olvidó cuándo hubo un año en que dijéramos: 'este año no va a ser difícil'. Siembre vemos obstáculos.
Para 2017 habíamos previsto un crecimiento de 23 por ciento en ventas y crecimos 25 por ciento. Para 2018 djimos: ahora sí va a estar difícil porque vienen elecciones en México, y hay la amenaza de la terminación del Tratado de Libre Comercio que no sabemos cómo vaya a acabar, entonces nos fuimos conservadores y proyectamos 23 por ciento otra vez.
Sobre el TLCAN, ¿qué es lo que esperan?
Como empresa de transporte lo que nos preocupa es la posición por parte de Estados Unidos de que se abra el transporte interno a los extranjeros, lo cual por ley está limitado a mexicanos. Desde luego sabemos que la posición del gobierno de México es que eso no cambie, confiamos en que así va a ser. El mayor riesgo lo vemos en una eventual terminación del TLCAN, eso lógicamente nos afectaría a todos y también a la industria del autotransporte.
A pesar de que nosotros no nos dedicamos a transportar mercancía de importación y exportación, hay empresas que sí se dedican a ello que se quedarían sin trabajo o les disminuiría. Afectaría a la industria en general. Nosotros esperamos que no suceda eso, que el tratado se mantenga con las modificaciones que acuerden, pero que se mantenga.
¿Y el proceso electoral?
No creo que nos afecte, independientemente de quién quede, porque cualquier cambio tiene que pasar por las cámaras de Senadores y Diputados.
En la actualidad la industria tiene un régimen fiscal de flujo de efectivo, que nos da ciertas facilidades administrativas, por la misma naturaleza del transporte que hay muchos gastos que no es posible comprobar. Confiamos que no importa quién quede, eso se va a mantener. De todos modos, nosotros hemos crecido incluso en épocas de recesión. Cuando se dio la crisis del 2008-09, que la economía del país cayó 5 por ciento, nosotros crecimos 6 por ciento.
En 2017 adquirieron nuevos tractocamiones
Cada año lo hacemos. Este 2018 se van a comprar 250 más –con una inversión de 750 millones de pesos-; 200 son para agregarse y unos 50 para renovar la flota, que es muy nueva, pues tenemos un promedio de edad de 2.5 años, que es de los más bajos de la industria.
Respecto a la seguridad, ¿cómo ven el panorama?
El panorama que tenemos es muy grave y no vemos que esté en vías de solución. Los hechos nos dicen que cada año se está poniendo peor. Nosotros trabajamos en todo el país, en zonas muy conflictivas, pero lo peor es Puebla, Tlaxcala y Veracruz. Le llaman el 'Triángulo de las Bermudas', lo que entra ahí se pierde, es increíble el número de robos al autotransporte que hay en esa zona, eso es lo más grave, pero nos roban camiones en cualquier parte del país.
¿Cuántos eventos de este tipo se registran?
Cada semana tenemos eventos, y cada vez es peor. ¿Cuántos años tenemos hablando de este problema? y no vemos que esté mejor o menos grave. Cada vez va escalando. Son muchos los aspectos que dan por resultado esta situación. A los delincuentes los atrapan y ahora con el nuevo sistema penal acusatorio a los pocos días salen y vuelven a robar. Eso yo no lo entiendo. A eso agregue la corrupción, la protección que los delincuentes tienen con las autoridades y la falta de capacidad de las policías. Nuestras unidades tienen GPS, que nos dice dónde está el camión, hasta que llega el delincuente y lo desactiva. Lo inhabilitan, bloquean la señal y dejan de transmitirla. Están muy adelantados, traen tecnología para eso.
¿Cómo les ha pegado el costo de los energéticos?
El año antepasado estábamos muy preocupados por ese tema porque se dio el incremento a partir del 1 de enero de 2017. Lo que buscamos fue implementar algo que en Estados Unidos se usa mucho, que es el Cargo por Ajuste del Combustible (CPAC), que se cobra aparte de lo que es el flete, y es un concepto que funciona de una manera muy lógica y transparente. El 85 por ciento de nuestra facturación aceptó pagar el CPAC. No sé con mis colegas transportistas cómo les fue, a nosotros nos fue muy bien; pudimos recuperar el incremento que habíamos tenido y protegernos de este incremento de los combustibles. Ahora nos ha ido muy bien en este aspecto.
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