La instalación de empresas IMMEX en México ya no es acaparada por la región norte del país. Hoy en día, los estados de la zona del Bajío y centro de la República han ganado terreno en el sector, representando 22.1 por ciento de estas compañías, de acuerdo con Carlos Palencia Escalante, socio director de CEO Consultores.
En su análisis "Competitividad, más allá del norte", publicado por Index nacional, destaca que los procesos intensivos en mano de obra son más viables en dicha región.
De esta forma, indica que respecto a la distribución, 59.05 por ciento de los establecimientos IMMEX se ubican en la zona fronteriza norte; 22.11 por ciento en el Bajío/centro; 9.28 por ciento en la zona occidente; 2.05 por ciento en la sur-sureste, y el resto en otras entidades.
Palencia menciona que si bien hasta hace algunos años, el empleo en las empresas IMMEX se había concentrado en la región fronteriza del país, se ha dado un crecimiento significativo en estados como Yucatán, Puebla y Tlaxcala, en el sector textil; así como en Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí, en las industrias automotriz y aeroespacial.
"Estos últimos casos, de alto valor agregado y tecnología, reflejan la apertura al capital y la reubicación que a nivel de producción se hace en la cadena mundial", sostiene.
Refiere que de 2008 a 2015, los establecimientos con programa IMMEX tomaron relevancia en la zona del Bajío, de tal forma que Guanajuato cuenta con 307 empresas, Querétaro registró 209, San Luis Potosí 150 y en Aguascalientes operan 82 establecimientos de este ámbito.
El consultor comenta que para Estados Unidos, las compañías IMMEX (un programa establecido para que la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación realice importaciones temporales sin cubrir los impuestos o cuotas respectivas) han representado un beneficio, porque son un medio estratégico para que las empresas norteamericanas puedan competir en el mercado global, ya que ofrecen bajos costos de producción que se traducen en menores precios de venta final.
Asimismo, han apoyado el desarrollo económico de ciudades como McAllen, El Paso y San Diego y otras más que se han favorecido por el consumo y la adición de cientos de miles de trabajadores a los sectores de servicios, finanzas y transporte.
Para México, indica, uno de los principales beneficios ha sido la creación de empleos; además de generar manufacturas con valor agregado y procesos de modernización industrial, lo que enriquece los contenidos de trabajo en los establecimientos, así como la productividad y competitividad de los mismos.