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El lado femenino de las finanzas

Según estudios como el realizado por Garmeen Bank , 97 por ciento de las mujeres pagan sus deudas a tiempo, a diferencia de los hombres, donde tiende a ser entre 80-90 por ciento.

No sólo podemos decir que el tema de género por fin comienza a tomar fuerza a partir de que las mismas mujeres comienzan a apoyarse unas a otras.

Después de la crisis financiera del 2008, con periódicos como The Economist, con su artículo "Los hombres culpables"; Fortune alegando que si hubiera habido más mujeres en Wall Street se hubiera podido evitar la crisis. The Guardian afirmaba que la cultura del macho alfa predominaba el mercado financiero cuando pasó la crisis, y ejemplos como el banco Islandés dirigido por mujeres, que demostró ser el único que no se hundió por esta crisis -porque las administradoras no tomaron ciertos riesgos-, finalmente se comienza a abrir espacio en las finanzas para mujeres.

La nueva tendencia de inversión de impacto actualiza su fachada con el Gender Lens –liderados por la Universidad de Pensilvania y el Instituto Criterion en Estados Unidos–, en la que mujeres ya instaladas en posiciones importantes comienzan a darse cuenta de que las mujeres tienen poco acceso a capital, siendo así un enorme mercado que no había sido explotado.

No sólo son un nuevo mercado, sino que según estudios como el realizado por Garmeen Bank (de Muhammad Yunus con un modelo de microfinanzas), 97 por ciento de las mujeres pagan sus deudas a tiempo, a diferencia de los hombres que tiende a ser entre un 80-90 por ciento.

El capital comienza a fluir para estas nuevas emprendedoras y no tardamos en darnos cuenta de que era lógico, ya que el impacto social que las mujeres tienen al usar su capital es enorme. Kiva, la fondeadora en línea de microfinanzas, hizo un estudio en donde si se le incrementa el salario a la mujer por 10 dólares, tendría el mismo efecto que si le aumentaran a un hombre 100 dólares, esto porque las mujeres atienden de forma inmediata la desnutrición, la salud y la educación de sus dependientes.

Aún así, en Estados Unidos por ejemplo, se le paga a la mujer 0.79 centavos por cada dólar que se le paga al hombre. La discriminación de género continúa y no es la excepción en nuestro país con la alta tasa de feminicidios. Poco a poco, y apoyándonos unas con las otras, podremos cambiar este panorama social, económico y cultural para hacerlo verdaderamente inclusivo.

*Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey en Querétaro.

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