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Suecia aprovecha el llamado fenómeno Millennium



Lizbeth Pasillas

Visitar un Super 7, una sinagoga judía o el domicilio de un periodista imaginario puede no ser atractivo por sí mismo, pero sí lo fue al menos para diez mil personas de diferentes países que visitaron el año pasado Estocolmo, Suecia.
 
Los visitantes siguen los pasos que dejaron en calles y lugares muy bien detallados Mikael Blomkvist, Lisbeth Salander -personajes de la trilogía Millennium, que inicia con Los hombres que no amaban a las mujeres- y el propio Stieg Larsson, autor de los libros y quien falleció de un ataque al corazón en 2004, antes de ver que sus escritos serían un éxito en ventas.
 
Quizá los visitantes no los leyeron, pero sí vieron la cinta hollywoodense La chica del dragón tatuado, del primer libro de Larsson.
 
El tour de la trilogía Millennium es el más exitoso de todos los recorridos a pie que ofrece el Museo de la Ciudad de Estocolmo, el cual se enfoca a difundir la historia de esa ciudad, señala Sara Claesson, directora de comunicación del museo. Ese tour data de 2008 y repite cada año, en promedio, ese número de visitantes.
 
Explica que los países que hacen ese recorrido provienen principalmente de Reino Unido, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Italia, Francia, Alemania y España. Hay guías de viaje en varios idiomas difundidas también por la oficina Visita Suecia.
 
"Todos están interesados en los lugares donde viven los personajes y las diferencias que existen entre los libros, las películas y la vida real", expresó Claesson, quien prevé que el efecto de estas visitas sea de largo plazo.
 
De acuerdo con Carmina Rufrancos, editora en Grupo Planeta, hasta 2010 la trilogía de Larsson había vendido 40 millones de ejemplares en el mundo. En español se editaron cerca de cinco millones de ejemplares y en México alrededor de 300 mil.
 
Los libros de Larsson suman ya cinco años de altas ventas, tras la explosión inicial.
 
Organismos de turismo en Estocolmo tienen muy definido lo que denominan el "fenómeno Millenium", el cual incluye el impacto de la exhibición de tres largometrajes suecos con los mismos nombres de los libros y el de David Fincher. De acuerdo con información proporcionada por la oficina de visitantes de esa ciudad, la historia de Larsson conectó a un bestseller con una ciudad, añadiéndole valor agregado a varios lugares en donde se desarrolla la trama, incluidos edificios, calles y hasta una tienda de conveniencia.
 
La trama, en general, advierte el organismo citando el estudio "El reporte Millennium" de 2011, podría representar ingresos turísticos estimados a valor actual por el equivalente a 813 millones de pesos entre 2009 y 2013.
 
Ese último reporte señala que sólo cuando un libro se hace película genera turismo y derrama económica para una localidad -como sucedió con Harry Potter en Reino Unido o la saga de El señor de los anillos en Nueva Zelanda-, pues la historia llega a más personas, quienes pueden asociar un lugar con una trama o identificarlo como un sitio emocionante. Visit Britain, brazo turístico de Reino Unido, capitaliza el fenómeno desde 1996 mediante la difusión de rutas y mapas desde James Bond hasta Sherlock Holmes y Robin Hood, previo trabajo con la industria del cine.
 
Larsson, quien murió a los 50 años, era periodista y redactor en jefe de la revista Expo y también uno de los más importantes expertos en movimientos antidemocráticos de extrema derecha y nazis en su país. Un café que frecuentaba, incluido en la trama, es objeto hoy de visitas turísticas, surgidas de la novela de investigación protagonizada por un periodista, Blomkvist, y una hacker informática, Salander.
 
 

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