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Miami, nuevo centro de comercio del oro



AP
 
Miami.- Pequeñas barras de oro brillan al rojo vivo mientras se derriten y se mezclan en un crisol. El oro se vierte entonces en un molde para crear una barra más grande, que será sometida a un complejo proceso de aquilatamiento para determinar su pureza.
 
En cualquier día de la semana, a las oficinas de Kaloti Metals & Logistics, una casa de comercio de oro y metales preciosos del centro de Miami, llegan cargamentos de oro por valor de millones de dólares que se funden, se moldean en barras, se aquilatan y se despachan. El año pasado, la compañía trabajó 22 toneladas de oro por un valor de casi 1,000 millones de dólares y está en camino de superar esa cifra en el 2013.
 
Si bien Miami tiene fama de ciudad con mucha joyería ostentosa, pocos saben que es uno de los principales centro de comercio del oro de Estados Unidos.
 
El año pasado, por primera vez, el oro fue el artículo más importado y también el más exportado en los puertos y aeropuertos del Distrito Aduanero de Miami, que abarca desde el condado Palm Beach hasta Cayo Hueso. La mayor parte del oro, no obstante, entró y salió por el Aeropuerto Internacional de Miami.
 
A Miami llegó más oro que a ninguno de los otros distritos aduaneros del país el año pasado y quedó tercera en cuanto a la cantidad de oro que salió del país. El metal proviene mayormente de Colombia, México, Bolivia y Perú, así como del centro de comercio de oro de Curazao, y de Miami es enviado a Suiza, los Emiratos Árabes Unidos y la República Dominicana.
 
El sur de la Florida no solo es la sede de una de las refinerías de metales preciosos más grandes de América del Norte —Republic Metals Corp. en Opa-locka— sino que es además un centro donde se comercian las barras y se llevan a cabo operaciones de aquilatamiento, refinamiento, logística y financiamiento.
 
Es un negocio de puertas cerradas y bóvedas dignas un banco. Debido a que la seguridad es algo tan importante, y a que incluso pequeñas cantidades de oro tienen un valor tan grande, quienes se dedican al comercio de oro tratan de pasar inadvertidos y muchas firmas dedicadas al comercio de oro son negocios familiares.
 
Pero los ejecutivos de Kaloti, ubicada en el corazón del distrito de joyería y diamantes de Miami, se mostraron dispuestos a sentarse y detallar cómo funciona su negocio.
 
La oficina de Miami es relativamente nueva —se inauguró hace poco más de dos año — pero tiene una relación estratégica con Kaloti Jewellery Group, una firma de Dubai que lleva más de 25 años en el negocio de los metales preciosos.
 
El día previo a la compra de oro, los ejecutivos de Kaloti Metals en Miami informan a la compañía de Dubai la cantidad de oro que esperan adquirir al día siguiente, y Kaloti Jewellery aporta el financiamiento. "Antes de que abramos la oficina al día siguiente, el dinero está aquí", dijo Awni Kaloti, director general de Miami.
 
Kaloti Metals, que cuenta con 15 empleados, recibe el oro de una variedad de fuentes, pero es una operación muy distinta a la de las compañías que sacan anuncios por televisión afirmando que comprarán las joyas viejas de oro de una persona.
 
También compran pedazos sueltos de oro —principalmente de casas de empeño de Nueva York, Miami y Chicago— pero el grueso de sus actividades lo realizan con comerciantes en oro y clientes de Perú, Bolivia, Puerto Rico, Honduras, Nicaragua y Curazao, donde hay grandes mayoristas que comercian con países de América Central y del Sur.
 
Colombia y México exportan también mucho oro a Miami, pero en estos momentos Kaloti no negocia con ellos porque sus ejecutivos consideran esos mercados algo riesgosos.
 
"Antes de hacer negocios con nadie, tenemos que saber quiénes son nuestros clientes y cuál es el origen de su oro", dijo Álvaro Rodríguez, gerente de operaciones.
 
El 15 de julio, Kaloti Metals abrió una sucursal en Perú, que es el sexto productor de oro del mundo. "Tenemos siete u ocho grandes clientes en Perú. Allí hay mucho potencial, aunque también mucha competencia", dijo Kaloti. "Si tenemos una sucursal y les pagamos al momento, entonces ellos podrán expandir su negocio. En última instancia, se trata de brindar un mejor servicio".
 
El negocio peruano funcionará en gran medida como lo hace la oficina de Miami. El mismo día que el oro llega a Kaloti Metals es despachado y todos los adelantos enviados desde Dubai se han pagado a los clientes. "Hacia las cinco de la tarde ya no tenemos ni dinero ni oro en esta oficina", dijo Rodríguez.
 
La mayor parte del oro llega en barras, pero de todos modos tiene que ser aquilatado para verificar su contenido de oro. El oro de 14 quilates tiene un 58% de pureza, por ejemplo, y el oro de grado más alto es el de 24 quilates, el cual tiene un 99.9% de pureza y es más brillante que el oro de 14 que se usa generalmente en las joyas en Estados Unidos.
 
Casi todo el oro procesado en Kaloti Metals se envía por vía aérea a Kaloti Jewellery, que tiene una refinería con una capacidad para 300 toneladas en Dubai.
 
"Dubai se está convirtiendo en la capital mundial del oro", dijo Kaloti.
 
De enero a mayo de este año, desde el distrito aduanero de Miami se enviaron oro y productos de oro por valor de 468,2 millones de dólares, incluyendo joyas chapadas en oro, a los Emiratos Árabes Unidos, bien por encima de los 201,6 millones enviados en el mismo período en el 2012, según un análisis preparado para The Miami Herald por Datamyne, compañía de Miami que tiene la base investigable de datos del mercado más grande del mundo.
 
Pero el año pasado, y en lo que va de año, la mayoría del oro exportado de Miami salió con destino a Suiza, con sus legendarias bóvedas para guardar el metal y una tradición de refinerías de primera.
 
Desde enero hasta mayo de este año, por otro lado, fueron enviados desde Miami oro y productos de oro por valor de 1.800 millones de dólares enviados a Suiza. Las exportaciones, no obstante, están disminuyendo. El año pasado, las exportaciones de oro y productos de oro a Suiza en el mismo período se valuaron en 3.070 millones, según Datamyne.
 
"En cuanto a su valor, las exportaciones e importaciones de oro han subido enormemente en los últimos años. Es básicamente oro que se transporta de las minas en América Latina a Suiza", dijo Gabriel Rodríguez, presidente de A Customs Brokerage.
 
Una de las razones de que el oro se comercia cada vez más en Miami es que su precio aumentó mucho. En el 2009, el total de importaciones de oro de Miami alcanzó 2.140 millones de dólares, pero para el año pasado había ascendido a 7.250 millones. Si se añaden el oro suelto, las prendas chapadas en oro y otros productos, el total llega a los 8.800 millones de dólares.
 
A medida que la recesión global se afianzaba en el 2008 y los inversionistas a corto plazo empezaron a buscar la relativa seguridad del oro, el precio de una onza troy ascendió de 871,65 dólares a una cima récord que superó los 1.900 dólares en las negociaciones después del cierre de la jornada a fines de agosto y en septiembre del 2011.
 
El precio ha tendido a bajar desde entonces y registró una caída pronunciada en abril, cuando se cotizó a menos de 1.400 dólares la onza.
 
La demanda del oro bajó un 13% durante el primer trimestre de este año, de acuerdo con el Consejo Mundial del Oro.
 
De todos modos, Miami parece haberse consolidado como un centro importante del mercado del oro. Hasta mayo del presente año, el oro seguía siendo la principal importación en el distrito Aduanero de Miami. Las exportaciones durante el mismo período bajaron en valor en un 29%, pero de todos modos fue el segundo producto más exportado, detrás solo de las exportaciones de aviación.
 

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