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Líderes instan a dinamizar Cumbre Iberoamericana


AP
 
Panamá.- Los gobernantes iberoamericanos llamaron este sábado a renovar y dinamizar su encuentro cumbre a fin de encontrar fórmulas mutuas que permitan enfrentar mejor las adversidades económicas actuales que golpean particularmente a España y Portugal.
 
Respaldaron en ese sentido que su cita anual pase a ser una reunión bienal, además de otras propuestas para transformar e integrar los diversos organismos iberoamericanos para hacerlos más eficaces.
 
El grueso de los mensajes de los dignatarios asistentes en la sesión matutina de la 23ra Cumbre Iberoamericana podría resumirse en que en este momento de crisis en dos de los miembros ibéricos del foro, la mejor alternativa es seguir e incrementar la cooperación recíproca y no darse la espalda.
 
"España cree en América Latina", dijo el presidente del gobierno español Mariano Rajoy. "Apoyándonos y con una mirada común, abordaremos el futuro con ambición y esperanza".
 
Rajoy aprovechó para decirles a sus aliados latinoamericanos que su país comienza a salir poco a poco de su crisis económica y que sigue representando una plaza de oportunidades para la inversión.
 
Estimó que España dejará atrás la recesión este año y que logrará un crecimiento de 0.5% en 2014.
 
La crisis de España y la relativa tranquilidad de una Latinoamérica que ha sorteado de momento los embates económicos, han invertido los roles en este foro. Los latinoamericanos consideran que ahora deberían ser escuchados y tratados en condiciones más igualitarias.
 
"Estaríamos encantados que empresarios latinoamericanos se establecieran en España", manifestó Rajoy. Latinoamérica "desempeña un papel muy significativo en nuestra recuperación".
 
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien habló después del anfitrión Ricardo Martinelli y cuyo país será la sede de la 24ta Cumbre Iberoamericana en 2014, aseguró que el foro crea un "espacio privilegiado para impulsar la cooperación".
 
Pero "está llamado a renovarse para que pueda responder a los desafíos en nuestros tiempos", planteó Peña Nieto, quien propuso priorizar en el mejoramiento de la educación y la innovación iberoamericana.
 
El mandatario Juan Manuel Santos coincidió en que este foro "adquiera nueva dinámica", y en ese sentido consideró "sensatas" las recomendaciones que formuló un grupo de reflexión encabezado por el ex presidente chileno Ricardo Lagos a fin de cambiar la periodicidad de la cumbre, entre otros asuntos.
 
El objetivo de que la cita sea cada dos años es permitir una alternancia o crear un espacio para la convivencia de la Cumbre Iberoamericana y reuniones como el de la Comunidad Económica de América Latina y el Caribe (CELAC) y la Unión Europea, señala una resolución entregada a los medios. El nuevo formato comenzaría a partir de la 24ta cita que se celebrará en la ciudad mexicana de Veracruz en 2014.
 
"Creo que es un hecho bien positivo", dijo en una reciente entrevista con The Associated Press el investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano en Madrid, Carlos Malamud. "Un grupo de personas, desde hace tiempo, venimos insistiendo en la conveniencia de hacerlas bienales a partir del momento en que ya no era solo la Cumbre Iberoamericana, sino todo un conjunto de cumbres que se repetían, y teniendo en cuenta también la coexistencia de la Iberoamericana por un lado y la CELAC-UE".
 
"La ventaja de hacer esto cada dos años tiene que ver con el hecho de quitar presión a los presidentes para evitar repetición de reuniones tan seguidas", agregó.
 
Otros analistas consideran que cada vez más los mandatarios le quitan interés a esas citas porque están más ocupados en sus problemas internos o estiman que los encuentros carecen de contenido.
 
A la cumbre en Panamá solo asistieron cerca de la mitad de los dignatarios, con un ausentismo marcado de Sudamérica, que solo estuvo representada en ese nivel por Santos y el presidente paraguayo Horacio Cartes.
 
Tampoco asistieron los mandatarios de Guatemala, Nicaragua y Cuba.
 
En la reunión también se acogió otras de las recomendaciones del Grupo de Reflexión, que consiste en cambiar la proporción de los aportes que hacen España, Portugal y los países latinoamericanos al presupuesto anual de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que vigila e impulsa los sendos proyectos de cooperación y que se ha visto afectada por la crisis económica española y portuguesa.
 
El plan es que de forma gradual y en los próximos tres años, el aporte en conjunto de España y Portugal pasen de 70 a 60% y el de las naciones latinoamericanas, por el contrario, se incrementen de 30 a 40%, aunque no se especifican los montos.
 
Rajoy propuso a sus colegas integrar alrededor de la SEGIB los distintos organismos iberoamericanos, como los referentes a la educación, seguridad social, juventud y justicia, para hacerlos más eficaz.
 
 
 

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