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Informe especial: Reforma financiera, punto de arranque para reducir tasas y aumentar créditos


 
 
Jeanette Leyva Reus
 
 

Las modificaciones a 34 distintas leyes contenidas en 13 decretos que conforman la reforma financiera, buscan ser la base para que las tasas de interés en los servicios financieros se reduzcan y el crédito crezca.
 

Cada uno de los 13 decretos que se analizan en la Cámara de Diputados tiene un objetivo específico para distintos sectores, ya que igual se busca dar mayores facilidades a los bancos comerciales en la recuperación del crédito y eliminar candados a la banca de desarrollo, como habilitar corresponsales para el sector de ahorro y crédito popular y fomentar el mercado de valores.
 

Esto, de la mano de mayores facultades a la Condusef para proteger a los usuarios de los servicios financieros, pero también para incrementar la movilidad de los clientes de la banca; incluso en un decreto, llamado crédito garantizado, se proponen ajustes para que los usuarios de créditos hipotecarios puedan cambiarse hacia la institución financiera que les ofrezca mejores condiciones, sin tener que pagar nuevamente la escrituración como sucede ahora.
 

Sin embargo, los especialistas del sector financiero difieren sobre la efectividad que tendrá esta reforma en la reducción de las tasas de interés de los servicios financieros y en el crecimiento del crédito.
 
Para un grupo de expertos convocados por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), los cambios propuestos son más bien una 'miscelánea financiera', ya que además de ser limitada tiene más riesgos, pues puede generar un problema de sobrerregulación en las operaciones de los intermediarios financieros e incrementar las tasas de interés.
 

Si bien se establecen algunos temas positivos, en el corto plazo no prevé que tenga un impacto significativo en la activación del crédito bancario.
 
 
Además, una carencia importante de la reforma financiera es que el tema de fomentar el ahorro quedó excluido, lo cual debe ser un objetivo dentro de las políticas públicas, consideró Eduardo Gómez, socio líder de la Práctica Regulatoria y de Cumplimiento del Sector Financiero en PwC México.
 

Pese a las opiniones encontradas sobre la efectividad que tendrá la reforma financiera, que surge de los compromisos 62 y 63 del Pacto por México y que se analiza por legisladores, autoridades e intermediarios financieros, el sistema financiero mexicano se encuentra en un buen momento que puede ayudar para que se sienten las bases para contar con un sector más ágil, pero sin perder la solidez y capitalización que ha logrado en la última década.
 
 
 

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