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Caso contra Wal-Mart, clave en lucha por derechos laborales



Reuters

Nueva York/Washington.- La acción del Consejo Nacional de Relaciones Laborales contra Wal-Mart Stores por el trato a trabajadores en huelga podría convertirse en símbolo de los intentos de los sindicatos por organizar a los muchos no sindicalizados en empresas de Estados Unidos, pese a la resistencia de sus gerencias.

Expertos en materia laboral estiman que para Wal-Mart y para otros empleadores estadounidenses que no reconocen a los sindicatos, las implicaciones generales del enfrentamiento podrían ser más relevantes que cualquier pago que tuviera que hacer el gigante minorista si pierde el caso.

El Consejo Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), que supervisa elecciones de sindicatos y fiscaliza prácticas laborales injustas, emitió una queja acusando a Wal-Mart de violar la ley laboral al despedir o aplicar sanciones a trabajadores que participaron en las huelgas del año pasado en 14 estados.

La queja del NLRB abre nuevo terreno, ya que cada vez se están presentando más casos que involucran a trabajadores no sindicalizados.

Wal-Mart es el empleador más grande entre los que han debido hacer frente hasta ahora a este tipo de quejas.

"Esto es parte de un intento del NLRB de fiscalizar más los derechos laborales de los empleados en la fuerza de trabajo no sindicalizada", dijo Paul Secunda, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad Marquette.

"Si el NLRB puede ir tras Wal-Mart y tener éxito, se enviaría un disparo de advertencia a todos los empleadores -desde empleadores que son similares en tamaño hasta empleadores menores-: que están bajo la jurisdicción del NLRB", afirmó.

Además, el caso Wal-Mart une las quejas de 19 trabajadores despedidos, en vez de manejar una reclamación a la vez. Eso hace que "siente un precedente", dijo Sarita Gupta de Jobs With Justice, una agrupación de derechos de trabajadores.

Si no se llega a acuerdo, el caso de la agencia podría arrastrarse unos dos o tres años mientras atraviesa diferentes procedimientos para llegar finalmente a una corte de apelaciones en Estados Unidos.

"En este trámite de procedimiento emprendido por el NLRB, Walmart espera la oportunidad de aclarar los hechos del caso", dijo Brooke Buchanan, portavoz de Wal-Mart, en un comunicado.

"Creemos que actuamos respetuosamente y, lo más importante, legalmente. Walmart tiene una política estricta de no (aplicar) represalias y los asociados que están incluidos en la queja no fueron despedidos por su participación o pertenencia a un grupo externo, sino por violaciones de otras políticas, incluidas la asistencia", enfatizó.

Un portavoz del NLRB no devolvió llamadas telefónicas para solicitar declaraciones.

VIEJOS ENEMIGOS

Detrás del choque hay un enfrentamiento entre empresas y sindicatos sobre el futuro de los espacios de trabajo en Estados Unidos.

Wal-Mart, con base en Arkansas, y los trabajadores organizados son viejos enemigos. El minorista está decidido a mantener sin sindicatos a su fuerza laboral en Estados Unidos.

Por su parte, las agrupaciones sindicales tratan de adentrarse entre los 1,3 millones de empleados de Wal-Mart en Estados Unidos, muchos de los cuales reciben bajos salarios.

Al medio está el Consejo, que quiere demostrar su peso nuevamente bajo el Gobierno del presidente demócrata Barack Obama, pero que no tiene facultades de pedir grandes multas contra Wal-Mart.

"Una victoria para el Consejo y para el sindicato podría tener una importancia simbólica para unificar los esfuerzos en todo el país", dijo Michael Gold, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Cornell.

"(Y) lo contrario también: si Wal-Mart gana el caso, lo van a proclamar. Van a decirle a sus trabajadores, y con buena razón 'no violamos la ley. El Gobierno nos persiguió por nada'".

Los sindicatos estadounidenses han estado apoyando las presiones de los empleados de Wal-Mart por mejores sueldos y beneficios.

En noviembre de 2012, se realizaron protestas en locales de Walmart en todo el país, que se retomaron a comienzos de 2013 con demandas por mejores condiciones de trabajo en Texas, Florida, Illinois y California.

La Unión Internacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos y del Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés) y la Organización Unida por el Respeto en Wal-Mart (OUR) han dado asesoría a los huelguistas y ha presentado las reclamaciones por prácticas laborales injustas ante el NLRB.

PROCESO LARGO

Wal-Mart tiene hasta el 28 de enero para contestar la queja del NLRB, presentada por la oficina del Consejo General de la agencia.

Tras la respuesta, Wal-Mart y el NLRB participarían en un procedimiento semejante a un juicio ante un juez de Derecho Administrativo de la agencia.

Cualquier decisión que tome ese juez será revisada por tres de los cincos miembros del directorio del NLRB, los funcionarios de mayor rango de la agencia, que tiene su base en Washington. Los miembros del directorio son designados por la presidencia; tres son demócratas y dos son republicanos.

Si los miembros del directorio consideran que se produjo una práctica laboral injusta emitirán una orden contra Wal-Mart, pero deben ir a una corte de apelaciones para hacer que se cumpla.

El NLRB tiene poco poder para sacarle una gran suma de dinero a Wal-Mart. No puede multar a la empresa. La agencia podría exigir el pago de sueldos atrasados a empleados, readmisión por empleos perdidos y solicitar que la empresa publique anuncios sobre los derechos de los trabajadores.

"Para los estándares de Wal-Mart, es poco probable que sea mucho dinero", dijo Julius Getman, profesor de Derecho Laboral de la Universidad de Texas.

Pero sí es probable que Wal-Mart pelee el caso porque "es un costo de hacer negocios y mantenerse la no sindicalización", dijo Getman.

En cualquier etapa del proceso, el NLRB y Wal-Mart podrían llegar a un acuerdo extrajudicial que podría frenar procesos adicionales.

Sin importar por cuanto tiempo se desarrolle, el caso no será meramente una prueba para Wal-Mart, sino para los intentos del NLRB y de las organizaciones laborales de ajustarse a una economía basada cada vez menos en trabajadores de fábrica y más y más en empleados que proveen servicios.

El porcentaje de todos los trabajadores estadounidenses que pertenecen a un sindicato bajó a un 11,3 por ciento en 2012, contra el 20,1 por ciento de 1983, según las últimas cifras del Departamento del Trabajo de Estados Unidos.

En el sector privado, se registró apenas un 6,6 por ciento de miembros sindicalizados en 2012.

Ante la disminución en la sindicalización, el NLRB ha debido lidiar con mayor frecuencia con caso en los que hay trabajadores no afiliados a alguna agrupación.

El profesor Secunda cita casos en los que trabajadores del sector privado usaron los medios sociales para organizarse contra sus empleadores, incluyendo una decisión en 2012 Costco Wholesale Corp sobre la política de medios sociales.

Los empleadores privados estarán atentos al caso, opina Richard Block, abogado del estudio jurídico Mintz Levin Cohn Ferris Glovsky and Popeo, que representa a empresas en disputas laborales.

"Se trata de los esfuerzos de los sindicatos", dijo Block.

"Es algo más grande que los hechos particulares".
 
 

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