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Vuelve Celso Piña: el músico se aferra a su estilo en su nuevo álbum

Algo de García Márquez lleva entre las venas "Aquí presente compa" la más reciente producción del cantautor regiomontano. Con su acordeón ha logrado llevar la música del vallenato a latitudes del mundo que parecían distantes.

Con su acordeón ha logrado no sólo llevar la música del vallenato a latitudes del mundo que parecían distantes y distintas. Celso Piña ha echado para abajo las barreras sociales. Su música se escucha en las comunidades más pobres del país, en los ambientes clasemedieros y los círculos de alto nivel de ingresos. Él lo sabe bien.

Antes, dice, los géneros musicales estaban divididos y bien definidos en lo que a las clases sociales se refiere. "Ahora todo es universal, ahora todo es música. Yo siempre tuve un sueño y ya se me cumplió, y ese era el de juntar a todo el mundo, musicalmente".

No se siente un gran músico por el hecho de ser reconocido por todo mundo. Es más: "No me siento nada, ni me quiero sentir, porque a lo mejor empieza el ego, no es bueno eso".

A Celso Piña no le gustan las nuevas tecnologías. Tampoco las redes sociales. Cuenta que sólo utiliza el celular para hablar con su madre. A veces a la oficina o para pedir un taxi porque, además, no le gusta manejar.

Lo que sí:viaja a todas partes con su iPad, en el que tiene más de mil 300 "rolas" cargadas. Ese almacén incluye sinfonías de Ludwig van Beethoven, Chopin o Schubert; El sirenito de Rigo Tovar y corridos populares.

Tuvieron que pasar cinco años para que el cantautor, músico y arreglista regiomontano se metiera de nuevo a un estudio de grabación. "Aquí presente compa" es el resultado de esas sesiones. El álbum incluye varios temas dedicados a Gabriel García Márquez, con quien sostuvo una buena amistad. Habla más adelante de los datelles.

"Con este material estoy regresando a mis orígenes. a petición de mi público. Grabé mi primer disco en 1980. En el 2000 empecé a hacer duetos, que tuvieron éxito. Tanto, que hasta a Europa fuimos a parar", sostiene.

Celso se dio, dice, la "chanza" para grabar. Necesitó relajarse para encontrar nuevas canciones. No sólo sus fans mexicanos le exigían un nuevo material, también los europeos.

"'Aquí presente compa' trae rolas tan nuevecitas, tan nuevecitas que ni yo me las sé todavía. Vienen tres o cuatro inéditas. Lo demás viene rebuscado de por los 70. A temas que funcionaron les hicimos unos arreglitos por ahí. Quedaron chidos. Este disco está bien hecho porque lo hice yo", exclama ufano.

De este material discográfico se desprende el primer sencillo Reina de cumbias, tema con el que "El Rebelde del Acordeón" rinde homenaje al Gabo. "El maestro me hizo saber que ese tema le gustaba tanto o igual que La cumbia sampuesana. Me dije que en honor a él iba a grabar Reina de cumbias. Luego sucedió lo que sucedió. Nunca supo que yo estaba grabando este tema para él".

Se le pregunta por los consejos que le daba García Márquez. ¿Se los tomaba al pie de la letra? "Sí -responde-, me dijo que ya no tomara". Celso Piña da un trago largo. Termina la cerveza y exclama:"De echo, ya no voy a volver a tomar.Cómo puedo tomar más si ya no hay nada que beber". Sonríe como si hubiera hecho una travesura. Luego recuerda: "También me dijo que me portara bien, pero uno no es ni el señor Morales, ni el Niño Fidencio".

Cuando le dijo que fuera un hombre de bien, Piña cree que se refería a que tuviera cuidado de no tocar fondo en todos los aspectos. "Y no he pisado fondo para que me lean la cartilla ni nada. Trato de llevármela lo más suave porque me ha costado tanto trabajo esta carrera que a la mejor por creerme un rockstar o un rockumbiero empiezo a levitar y eso es peligroso. Siempre he cuidado de no caer en eso porque dice mi padre que cuando empiece a despegar los pies del suelo se me va a acabar la magia.Esto es efímero. Prefiero pensar que lo mío es magia".

Sólo hay ritmo que no le gusta a este creador de conceptos musicales: el reggaettón. Eso lo tiene tan claro como su lugar de residencia:la colonia El Cerro de la Campana. Allí se siente feliz. La radiografía incluye sus lecturas favoritas: Cien años de soledad, Memoria de mis putas tristes, Los funerales de la Mamá Grande, Crónica de una muerte anunciada, La hojarasca. Sobra decir que le fascina el Gabo; también lee a otros autores como Carlos Monsiváis.

"Soy un hombre sencillo que cuando sale de su casa para el aeropuerto ya voy extrañando a mi Monterrey querido con su Cerro de la Silla, sus viejotas, su cabrito, la carne asada y las polcas. Soy un músico que se mantiene lo mejor que puede. Ni muy muy, ni tan tan. Veo la vida como si fuera un metro, me pongo en una balanza y para no caerme me muevo a media distancia, nada de extremos, los extremos son malos; esa es mi filosofía".

Con mucha hambre y cansado de tantas entrevistas con la prensa, "El Rebelde del Acordeón" se pone eufórico: "Lo que viene para Celso Piña es seguir, seguir y seguir. En lo que caiga, en toquines, en salidas, en discos, en todo. Seguir, seguir y seguir, hacer un disco es un buen agasajo, son experiencias bonitas y más padre cuando está terminado, aunque no sea perfecto".

El 2 de septiembre de 2003, durante la entrega de reconocimientos a informadores del Nuevo Periodismo, llevada a cabo en Monterrey, Celso Piña interpretó "La cumbia sampuesana", la preferida de Gabriel García Márquez, quien se puso a bailar, seguido por los asistentes.

"El maestro se para, me da un abrazo y me dice, Celso eres digno representante de mi folclor, sé siempre hombre de bien y de buena gente", cuenta este narrador de los tiempos en los que la música se quitó las etiquetas.

Con "Aquí presente compa", Celso Piña se presentará el 17 de mayo en El Plaza Condesa, concierto que servirá como un preámbulo para después iniciar su gira europea para llevar su música a Finlandia, Bélgica, Alemania, España, Francia, Suecia entre otros países.

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