After Office

Una serenata con Javier Camarena

El tenor veracruzano que ha hecho historia en escenarios como el Met de Nueva York, le entra a la canción popular con su nuevo álbum, "Serenata", un material que, dice, es sumamente íntimo. 

Durante el recital de la serie Rosenblatt que ofreció en septiembre pasado en el Wigmore Hall, Javier Camarena pudo percibir el momento musical que, asegura, causó la mayor conmoción en el público londinense: "Fue Despedida, de María Greever. Pude notar la emoción ahí mismo y en el aplauso", recuerda el tenor. Está convencido de que la canción popular mexicana debe llegar a las salas de concierto de otras latitudes.

No sólo se ha dado a la tarea de incluir tales joyas en sus recitales internacionales, ahora está en México para lanzar Serenata (Sony), su segundo disco, dedicado precisamente a este repertorio.

"Hemos crecido con las canciones de Manzanero, Cantoral, Consuelo Velázquez... son parte del gusto popular y de nuestro acervo cultural;... son parte del gusto popular y de nuestro acervo cultural; Natalia Lafourcade acaba de sacar un discazo de Lara y Luis Miguel también ha colocado los boleros en el gusto de otras generaciones", reconoce. 

En su terreno, hace lo propio. El disco, que estará disponible en tiendas nacionales y por descarga desde el 27 de enero, fue grabado durante el recital que ofreció el año pasado, con el pianista Ángel Rodríguez, en el Centro Cultural Roberto Cantoral.

"El formato es de voz y piano, ni siquiera hay una banda de jazz, esto lo vuelve muy íntimo. No es el cantante de ópera que quiere apantallar con la voz sino ponerla al servicio de estos microuniversos que pueden ser tan sutiles e intensos como cualquier lied o canción francesa, y que en cuanto a ejecución son tanto o más complicadas, en algunos casos", dice el cantante, quien tendrá una gira por el país en mayo.

Con entrada libre y reservación previa, la presentación tendrá lugar hoy a las 12:30 horas en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, y estará presente Armando Manzanero, autor de Mía y Qué tristeza, piezas incluidas en el álbum, con él mismo al piano.

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