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Un 'Red Devil' de gran corazón

Antonio Valencia recolectó vidrios antes de convertirse en futbolista profesional; hoy es capitán y el latino con más juegos en la historia del Manchester United.

Geovanny Ibarra recuerda que cuando conoció a Antonio Valencia, éste apenas tenía 16 años. El ahora lateral y extremo del Manchester United era callado, delgado y, al igual que Éder –su hermano mayor, también futbolista– tenía una costumbre extraña: recogía botellas de vidrio en las calles aledañas a las instalaciones de El Nacional, club de la capital ecuatoriana en el que coincidieron de 2001 a 2005.

"Las vendía y posteriormente le enviaba el dinero a su padre para ayudarlo con los gastos de la familia, que proviene de orígenes muy humildes. Me contó que lo hacía desde la infancia y que mantenía esa costumbre para no abandonarla, mientras él trataba de hacer una carrera como futbolista. Cuando fue aceptado en las inferiores de El Nacional tuvo que quedarse en la casa club, porque no tenía recursos necesarios para rentar un cuarto o una casa, como lo hacían otros jugadores", relata Ibarra, quien era el portero del primer equipo.

El ex jugador creía que Valencia no se mantendría en el plantel mayor, porque su técnica no era tan buena como la de su hermano. Sin embargo, poco a poco demostró que tenía el nivel para hacerse de la titularidad. En tres años con el equipo anotó 12 goles en 88 partidos. El muchacho estaba preparado para emigrar al extranjero.

Ibarra cuenta que todos los miembros del equipo pensaban que ficharía con algún club de la Liga mexicana, porque era una costumbre en aquella época que los mejores futbolistas ecuatorianos emigraran a ese campeonato, como Alex Aguinaga. No fue así. En junio de 2005 firmó con el Villarreal por 2 millones de euros, apenas dos meses después de que debutara con la Selección mayor de su país, en la victoria ante Panamá en un partido amistoso.

Su etapa con el Submarino Amarillo no fue la que él esperaba. Sólo jugó 94 minutos en la temporada 2005-06 y el club lo cedió en el mercado invernal al Recreativo Huelva –que entonces militaba en la Segunda División– en el que no tuvo actividad.

Pese a que sólo participó en dos partidos en el año futbolístico, Luis Fernando Suárez –técnico de la Selección ecuatoriana en esa época– lo convocó para que jugara el Mundial de Alemania 2006. Fue el torneo que relanzó su carrera. Disputó los cuatro partidos y fue finalista al premio al Mejor Jugador Joven del torneo, lo que le permitió fichar por el Wigan y, tres temporadas más tarde, emigrar al Manchester United.

"La disciplina y el talento fueron las características que permitieron que se diera su fichaje con los Red Devils. Recuerdo que se levantaba temprano y era el primero que estaba en el campo antes de que el resto de los compañeros llegáramos al entrenamiento. Siempre tuvo olfato goleador, pese a no ser un delantero. En el futbol inglés ganó musculatura y, combinado con su velocidad, se convirtió en un jugador ideal para la Liga Premier", agrega Ibarra.

Valencia juega su novena temporada con el United, en el que suma 303 partidos –contando todas las competencias–, que lo convierten en el latinoamericano que más encuentros ha disputado en la historia del equipo. Para ésta, el entrenador José Mourinho lo nombró capitán en sustitución de Wayne Rooney, quien se fue al Everton.

Es el primer latinoamericano en portar el brazalete y el tercer no británico en hacerlo (detrás del francés Eric Cantona y el serbio Nemanja Vidic). A Ibarra no le extraña, porque dice que siempre fue un líder para ordenar al equipo y el primero que con su nivel de juego hacía reaccionar a sus compañeros.

El sudamericano ha ganado casi todo con el conjunto inglés: tres Community Shield, dos Premier League, dos Copas de la Liga inglesa, una Copa FA, tres Supercopa de Inglaterra y, apenas la campaña pasada, una Europa League. Para completar su palmarés le falta la Champions League, y esta campaña parece que va en buen camino a levantarla, debido a que el club con marcha con paso perfecto en los tres primeros partidos. Hoy jugarán su cuarto compromiso ante el Benfica como local.

"Junto a Alberto Spencer y Aguinaga es el mejor jugador de la historia de Ecuador. No sólo por su trayectoria, también porque es un ejemplo de vida. Nunca ha tenido un escándalo y siempre fue un líder en el vestidor. Es la muestra de que sin importar tus orígenes puedes triunfar en cualquier equipo, incluso en el Manchester United", finaliza el ex guardameta.

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