Tener que desactivar una bomba en una hora, tratar de escapar de un asesino serial o ser un espía durante la Guerra Fría son las experiencias que brinda Enigma Rooms, la primera casa de escape en la capital.
El auge a nivel mundial de este concepto sigue a la alza por la forma lúdica en que permite a las personas interactuar directamente en un escenario y dejar de ser un simple espectador de película.
La dinámica es sencilla: un grupo de personas es encerrada en un espacio temático donde, a través de pistas escondidas, tienen que resolver acertijos para lograr salir de ahí en menos de 60 minutos.
Este tipo de habitaciones está inspirada en juegos en línea sencillos, como Crimson Room, de Toshimitsu Takagi, y en libros y series de misterio al estilo de Agatha Christie o Arthur Conan Doyle.
La primera empresa en dedicarse a crear este tipo de aventuras es Real Escape Games, fundada en Japón en 2007. Ya cuenta con cuartos de escape en Singapur, Tokio, Canadá, Estados Unidos, Francia y España.
Ahora está tan de moda en Estados Unidos, que en la temporada ocho de The Big Bang Theory, Leonard, Amy, Raj y Emily visitan uno ambientado en un laboratorio.
Según el sitio Market Watch, en el mundo ya existen más de mil 700 cuartos de escape; tan sólo en Beijing hay 120 y en Estados Unidos superan los 350.
A pesar de ser una tendencia global, en la Ciudad de México sólo hay una joven empresa dedicada a esto, ubicada en una casona de la colonia Roma (Colima 385).
Las historias, la transformación de espacios y todos los acertijos fueron creados hace un año por Víctor Suárez y Gonzalo Arozarena. Tal ha sido la aceptación, que planean expandirse en 2016.
LA EXPERIENCIA EN MÉXICO
Tienen tres cuartos habilitados: Guerra Fría, 221B Baker Street y Jigsaw. Cada uno tiene distintas dinámicas que fomentan el trabajo en equipo.
El inspirado en el asesino serial Jigsaw, de la película Saw o El juego del miedo, es el más tétrico. Los participantes son secuestrados por un sicópata. Todos están esposados, menos uno, al que le colocan un casco que le impide ver. Los que sí pueden hacerlo, pero no moverse, lo tienen que guiar para que los logre liberar antes de que llegue Jigsaw y los mate.
En el dedicado a Sherlock Holmes hay que trasladarse al clásico edificio de 221B Baker Street en la época victoriana. La oficina está ambientada con elementos que remiten al detective, como la clásica pipa. Aquí los participantes tienen que resolver diversos acertijos que los llevarán a una bomba que está a punto de explotar. El diseño de este espacio está muy bien planeado por la estructura física, tiene recovecos escondidos y los problemas a resolver son muy ingeniosos.
El de la Guerra Fría es ideal para los amantes de las historias de espías al estilo James Bond. En éste los participantes se convierten en un agente secreto que logra infiltrarse en un búnker de la KGB. Tienen que recaudar información valiosa y después tratar de escapar antes de ser descubiertos por los rusos.
La experiencia resulta divertida, hay que revolver todo el lugar, encontrar pistas, resolver los acertijos y, sobre todo, trabajar en equipo. Las habitaciones son para dos a cinco personas, pero las tarifas varían (de 250 a 340 pesos por cada uno), dependiendo el número de gente.
Además se pueden rentar para eventos y resultan eficaces para actividades de integración para empresas.más información
www.enigmarooms.com.mx