Sloane Stephens jugó el sábado un partido casi perfecto para derrotar a Madison Keys por 6-3 y 6-0 en una final entre tenistas locales en el Abierto de Estados Unidos y llevarse su primer título de grand slam.
Stephens, quien pasó un año fuera de las canchas debido a una lesión en un pie, nunca estuvo en problemas y su juego defensivo frustró a Keys, decimoquinta preclasificada.
En la primera final entre tenistas estadounidenses en la competencia femenina del Abierto de Estados Unidos desde que Serena Williams derrotó a su hermana Venus en el 2002, Stephens cometió apenas seis errores no forzados.
La tenista cerró una victoria sin complicaciones en su tercer punto de partido, cuando Keys envió nuevamente una pelota a la red.
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