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Seattle: la mejor empresa

Esta noche quedó en claro que un error puede echar a perder una estrategia comercial. Si en algo se parece el deporte al mundo financiero es justamente en su enorme rango de riesgo, de error.

Ya va siendo tiempo que de que el deporte, ese negocio, se tome al pie de la letra. La ingeniería de la empresa de los Broncos de Denver (dirigidos por el jugador mejor pagado de la NFL, Payton Manning; cheques semanales de más de 800 mil dólares y doce millones de ingresos fuera del campo) se vino abajo a los 12 segundos del partido (un anuncio de 30 segundos costó esta noche cuatro millones de dólares) con un error del centro en una jugada casi coloquial. Si en algo se parece el deporte al mundo financiero es justamente en su enorme rango de riesgo, de error.

Denver llegó a la gran cita como la mejor ofensiva, con récords de puntos y de pases de anotación. Pero nada tan impredecible como el emparrillado: anotó ocho puntos ante la mejor defensiva del año, Seattle, cuyo dueño, Paul Allen, cofundador de Microsoft, es el más rico de la NFL, con una fortuna superior a los 15, 800 millones de dólares.

Para darse una idea de lo que se jugó esta noche: los Broncos valen, según Forbes, algo así como 1, 160 millones, es decir, un poco más de la décima parte de la fortuna de Allen, también dueño de los Trailblazers de Portland, del basquetbol de la NBA. El poderío de los Halcones Marinos de Seattle puede medirse desde otra perspectiva, si se quiere.

Pete Carroll, su coach en jefe, gana alrededor de siete millones de dólares al año; su rival, John Fox, un poco más de la mitad. Este año se termina el contrato de Carroll con el equipo campeón; es un hecho que Allen le hará una oferta que no podrá rechazar para mantenerse más tiempo en la dirigencia de la empresa que logra su primer título de la NFL: Allen, compró la franquicia, no muy cotizada en 1997. En 17 años llevó a un equipo menor a la cima del futbol americano.

La enorme de diferencia de puntos entre los Halcones Marinos y los Broncos se parece mucho al respaldo financiero que tiene una franquicia sobre la otra: Pat Bowlen, dueño de los Broncos, tiene depositada su riqueza en el equipo; Allen ha logrado convencer a una larga lista de patrocinadores para darle financiamiento al equipo del norte de la costa Oeste.

Quedó en claro esta noche que un error puede echar a perder una estrategia comercial. Pero, más aún, que las empresas que cuidan lo mínimos detalles, ingresos y puntualidad en los gastos, cometen menos errores a la hora de las ganancias. Seattle fue mejor empresa: en el mundo del dinero lo que importa es el costo de las equivocaciones más que la plusvalía de los aciertos, éstos son consecuencia de una buena elección en el rol de las jugadas elegidas para ganar. Ganar no es lo importante; es lo único, ya lo dijo un hombre de…empresa.

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