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Revelan cartas relación entre Freud y su hija

"Sigmund y Anna Freud. Correspondencia 1904-1938", deja entrever la profunda imbricación entre quienes, más allá del lazo familiar, estaban unidos por un objetivo terapéutico, ya que Anna fue la única entre los hijos de Freud que fue analizada por éste.

Anna Freud fue la única entre los descendientes de Sigmund Freud que se dedicó al psicoanálisis. Soltera y sin hijos, se especializó en la psicoterapia infantil e incluso abrió su propia clínica en 1938.

La analista pasó gran parte de su vida distanciada de su madre, Martha Bernays, circunstancia que reforzó el acercamiento paterno, que mantuvo un lazo especial e inquebrantable. De hecho, ella se ocupó de él hasta su muerte, un 23 de septiembre de 1939, que se cumple hoy.

Recientemente, Editorial Paidós publicó en español un libro que da cuenta de la estrecha relación entre ambos, el cual se integra por 300 cartas entre el creador del psicoanálisis y la más pequeña de sus hijos.

Sigmund y Anna Freud. Correspondencia 1904-1938, deja entrever la profunda imbricación entre quienes, más allá del lazo familiar, estaban unidos por un objetivo terapéutico, ya que Anna fue la única entre los hijos de Freud que fue analizada por él. Esto fue entre 1918 y 1924, con una frecuencia de hasta seis sesiones semanales.

Las cartas encabezadas por "Mi querida Anna" o "Querido papá", muestran el universo emocional de ambos y el desdoblamiento entre un padre que, si bien trasciende la "normalidad", no deja de advertir o aconsejar a su hija, pues en las misivas prevalece el sentimiento amoroso por sobre otros apuntes.

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