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Relojería, denominación en peligro

Existe una iniciativa para fabricar relojes de la misma calidad, pero menos costosos que los "Hechos en Suiza". Los suizos pasan por dificultades con el franco fuerte, una baja demanda asiática y nuevas tecnologías, como los relojes inteligentes.

Ahora que los suizos pasan por dificultades con el franco fuerte, una baja demanda asiática y nuevas tecnologías, como los relojes inteligentes, también enfrentan una amenaza de sus propias filas.

El Goldgena Project, liderado por el diseñador de 40 años Claudio D'Amore, es una marca de bajo presupuesto que está dispuesta a usar componentes no suizos para relojes mecánicos. Partes asiáticas hacen que la producción sea más barata y la mayoría de los relojes vendidos con la etiqueta "Hecho en Suiza" que cuestan menos de 2 mil 500 francos (2 mil 500 dólares) contienen algunas partes que vienen de Asia de todos modos.

Esa designación oficial del gobierno certifica que un reloj está hecho con piezas mayormente manufacturadas y ensambladas en Suiza. A esta distinción se le da gran importancia en el sector, tal como el apelativo d'origine contrôlée para vinos franceses.

"'Hecho en Suiza' es una burla", dijo D'Amore en una entrevista en su oficina de Lausana. El ítalo-suizo ha pasado 13 años diseñando relojes para marcas como TAG Heuer, Parmigiani Fleurier y Montblanc.

Goldgena está analizando si los consumidores seguirían interesados en relojes de diseño suizo menos glamorosos. Esto podría bajar el costo de las piezas a más de la mitad. La marca planea vender relojes por tan sólo 700 dólares, comparado con los 4 mil dólares, como mínimo, que cuesta un Rolex. Al usar mecanismos japoneses y ensamblaje chino y evitando intermediarios, Goldgena dice que puede socavar el sector.

Los relojeros pueden denominar a sus relojes como "Hechos en Suiza" si por lo menos la mitad del valor del mecanismo viene del país europeo y además son ensamblados ahí. El próximo año, nuevos requerimientos demandarán que por lo menos el 60 por ciento de los costos de manufactura del reloj completo, incluyendo la correa y la caja, sea suizo.

Recientemente, la industria de relojes suiza de cuatro siglos de antigüedad ha sufrido. Las exportaciones han caído en los últimos 10 meses. Suiza fabrica aproximadamente el 2.5 por ciento de relojes del mundo cada año, pero obtiene más de la mitad de los ingresos del mercado, que mueve 38 mil millones de francos, porque los relojes "Hechos en Suiza" son más caros, dijo René Weber, del Banco Vontobel AG.

Tres compañías hacen la mayoría de los relojes suizos: Swatch Group AG (Omega y Longines); Richemont (Cartier e IWC) y Rolex (Tudor).

MERCADO EN PUGNA
La competencia está aumentando justo cuando la introducción de relojes inteligentes socava la demanda de los de menor costo. Han empezado a aparecer páginas web como Borrowed Time, que prestan relojes de lujo a las personas para que los usen en fiestas.

D'Amore está planificando recaudar dinero a través de un crowdfunding y espera tener unos 10 millones de francos para fines de septiembre y así fabricar de 5 mil a 10 mil piezas, que luego venderá desde el próximo año en línea. Sin mucho presupuesto para publicidad, el diseñador ha recurrido a Internet para atraer consumidores, haciendo videos en YouTube.

LOS CONSUMIDORES DECIDEN
Goldgena está haciendo encuestas a consumidores para averiguar si estarían interesados en relojes no suizos más baratos.

Hasta ahora, un 63 por ciento de visitantes a la web han votado por productos hechos en Suiza, en proporciones de un 50 o 99 por ciento. Sin embargo, 348 de 947 han dicho que no, lo que demuestra que posiblemente haya demanda para un reloj automático asiático. EL proyecto esperará algunas semanas para evaluar el interés de los consumidores antes de tomar una decisión respecto a la ruta a seguir. D'Amore dijo que él preferiría la no Suiza.

Los relojes de Goldgena probablemente pondrían presión en marcas básicas, con precios de 500 a 2 mil francos, dijo Edouard Meylan, director ejecutivo de H. Moser & Cie., cuyos relojes van de los 15 mil dólares en adelante.

"El riesgo no es tan grande, ya que no creo que muchos clientes se fijen o estén interesados en el proyecto Goldgena", añadió. Sin embargo, si la marca llegara a ser exitosa, podría forzar a algunas a considerar abandonar la etiqueta de "Hecho en Suiza".

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