After Office

Puente culinario a Italia

Disfrute de los platillos con la sazón del noroeste de Italia. El joven chef Estefano Ferrero creó para La Locanda del Vesuvio un menú tradicional cuyos ingredientes cuida y selecciona personalmente.

Italia y México se fusionan en un espacio de la capital. El joven chef Estefano Ferrero creó para La Locanda del Vesuvio un menú tradicional cuyos ingredientes cuida y selecciona personalmente. Tal como aprendió en casa.

De padre italiano y madre mexicana, nació en la Ciudad de México en 1985. Tras el terremoto, su padre decidió llevarse a su familia a Carrú, un pueblo de 4 mil habitantes ubicado a los pies de los Alpes en la zona de Italia, donde se cosechan las mejores uvas que han dado vida a una tradición vinícola arraigada.

Allá observó cómo su padre cocinaba en el restaurante familiar con la experiencia que había adquirido en los barcos en los que trabajó. A la cocina del negocio algunas veces llegaba la abuela y entre ambos preparaban los platillos.

1

"Fue muy agradable crecer con estas dos culturas y desarrollar la mía, con base en la escuela que hice en Suiza", relata el chef. "El ambiente influye mucho, en las reuniones con amigos es normal que la abuelita o la mamá ofrezca salami, jamón hecho en casa, queso y un vino muy simple que se llama dolcetto, que sin embargo es buenísimo. Pruebas sabores muy auténticos de esta zona, donde se valora mucho la materia prima".

La Locanda del Vesuvio
Avenida de La Paz 23, San Ángel
Horario: Lunes y martes 13:30 a 23:00; miércoles a sábado, hasta la 1:30 horas
Cheque promedio: $600


Gracias a este amor por la cocina y sus ingredientes, Estefano Ferrero se estableció en México hace unos años. Por las vueltas que da la vida, durante unas vacaciones consiguió un empleo, después se enamoró y ahora vive felizmente casado, con la ilusión de tener a su primer hijo. Por ello es que ideó una serie de propuestas culinarias que lo hacen sentirse en casa.

"La receta hay que mantenerla tal cual", explica. Y para ello, no necesariamente utiliza insumos importados, pues en el país, cuenta el amante de los mercados locales, encuentra todo lo que necesita para servir sus platos como los imagina.

"Por ejemplo, los pelati sí los importamos, pero para hacer una caprese, aquí en Ensenada encontramos un jitomate heirloom que tiene un toque dulce especial, equivalente al cuore di bue que usamos en Italia", comparte.

Entre sus especialidades recomienda un platillo típico de Piemonte, el vitello tonnato, finas láminas de ternera con salsa a base de atún, alcaparras y anchoas. Una ensalada de pulpo parrillado con mezcla de lechugas y arúgula, jitomate cherry, acitronado con limón mediterráneo, que aconseja degustar en la terraza del lugar.

De la selección de pastas destaca los ravioles rellenos de queso talecho y fontina, típicos de los Alpes del norte italiano, servidos en una salsa cremosa perfumada con un toque de trufa. Y de plato fuerte un short rib glaseado a baja temperatura por ocho horas al vino tinto y finas hierbas, acompañado con un puré de papa clásico. El tiramusú es aconsejable para cerrar la experiencia gastronómica y llevarse más que un buen sabor de boca. Un poquito del amor con el que el chef prepara sus platillos, honrando a su familia, ahora repartida entre ambos países.

También lee: