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Por los pecados de don Porfirio; realizan misa a 100 años de su muerte

A 100 años de su muerte, el coronel es una sombra que no logra materializarse en héroe popular. A la Iglesia sólo acudieron familiares y uno que otro personaje del mundo intelectual. 

"Pidamos por los pecados de nuestro hermano Porfirio Díaz", dijo el sacerdote en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro. La gente, de pie, comenzó a rezar. Se pronunció después el Padre Nuestro. Un par de fotógrafos se acercaron para disparar su cámara. La misa estaba a punto de la terminar.

Los cabellos blancos y los trajes negros abundan en la iglesia, ubicada en las Lomas de Chapultepec. Casi nadie porta mezclilla. Afuera espera una caravana de varios autos último modelo. A muchos les gustó el detalle de cantar el himno nacional casi al final de la misa. Al fin de la celebración siguieron los saludos, los abrazos y las presentaciones. Por ahí estaba el crítico musical Lázaro Azar.

"Gracias a don Porfirio tenemos lo poco maravilloso que México logró consolidar. Vengo por gratitud, pero también porque el Porfiriato fue la semilla de la música bien escrita en México. Hubo grandes nombres como Ricardo Castro, Felipe Villanueva, Juventino Rosas... Ellos y muchos más fueron los pilares del verdadero nacionalismo mexicano", dijo Azar a EL FINANCIERO.

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A escasos metros estaba Roger Demay, muy sonriente y de traje impecable. Es un importante empresario del sector de la construcción, presidente de Industrial Dock. Es él quien dirige el grupo de Facebook Recuperemos a don Porfirio. ¡Traigamos sus restos! Los huesos del ex general siguen en Montparnasse, olvidados por la nación mexicana. "La verdad no sé ni dónde están los restos de este señor", admite Carmen, la señora que vende dulces y cigarros afuera de la iglesia. 

Ignacio Díaz Pizarro, bisnieto del ex mandatario, dice que la familia es muy unida. Quiere que regresen los restos de don Porfirio con honores, pero sabe que no es un buen momento por las protestas magisteriales y el narcotráfico. Prefiere esperar.

Hoy existen cerca de 160 tataranietos de don Porfirio, refiere Ignacio Díaz Pizarro Graf, tataranieto y médico egresado de la Universidad Anáhuac. La familia, dice, se ha dedicado a muchas cosas. Sólo una prima suya ingresó al mundo de la política: Margarita Sánchez Gavito Díaz, ex diputada del PRI.

Ya pasan de las 7 de la noche y sólo está el historiador Héctor Zagal. Dice que únicamente asistió para observar la clase de gente que aún recuerda a Díaz; esperaba que hubiera protestas.

"Me sorprendió que el padre dijera que los pecados de Porfirio fueron más por debilidad que por malicia. Ahí se le pasó la mano. No era el momento de decirlo. Me parece que fue más una misa de canonización que de difunto", sostiene Zagal.

Nadie queda en el atrio de la Parroquia. La señora que vende dulces camina rumbo al Periférico. Sólo se escucha el ruido de los claxons. Porfirio Díaz sigue enterrado en París, lejos del bullicio de esta caótica ciudad.

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