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Plácido Domingo tiene dos amores: la ópera y el futbol

El tenor español Plácido Domingo no ha faltado a una sola Copa del Mundo desde Italia 1990; su pasión por la pelota es tan fuerte como su amor por las arias. Aunque está triste por el fracaso de "La Roja", Brasil es su favorito para coronarse en este torneo.

De joven fue portero, pero en una atajada se fracturó el dedo y se convirtió en delantero. Sin embargo, a diferencia de las notas, el balón nunca fue muy noble con él. "Simplemente no era tan bueno", asegura Plácido Domingo, quien no puede negar que sus dos grandes pasiones en la vida son la ópera y el futbol. 

Hoy, a más de 50 años de correr en las canchas, el tenor español vive con más fuerza que nunca su amor por el balompié, sobre todo por el Real Madrid, su equipo de toda la vida. Un escudo de los merengues adorna la pantalla de su teléfono inteligente. 

Inevitablemente, Plácido Domingo habla sobre el fracaso de la selección española, que llegó a Brasil con altas expectativas y se retiró en medio de la ignominia de no haber avanzado ni siquiera a la ronda de octavos.

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"El balón es caprichoso. Viene y va, y a veces simplemente no quiere entrar. La Roja llegó a Brasil cansada. Uno podía ver que no tenían la energía de antes. Sin embargo, debemos guardar la esperanza, ya que el equipo nos dio 6 años de satisfacción", aseguró el tenor, quien este 11 de julio ofrecerá un concierto en Río de Janeiro con motivo del Mundial, una fiesta a la que acude sin falta desde Italia 1990. 

Plácido Domingo es conocido como uno de los célebres "Tres tenores", junto con el español José Carreras y el italiano Luciano Pavarotti. El trío debutó cantando en la víspera de la final de 1990 en Italia y luego actuó en la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos, en Francia 1998 y, finalmente, en 2002, cuando la fiesta tuvo lugar en Corea-Japón. Para Alemania 2006, el español actuó junto a otros cantantes. 

Debido al trabajo, que lo mantuvo atado a Londres durante casi todo el Mundial de Sudáfrica 2010, sólo pudo asistir a dos encuentros. "Afortunadamente esos fueron dos partidos que España ganó y se hizo campeón mundial", recuerda. 

El también director de orquesta, compositor y productor madrileño afirma que le encantaría ver una final entre Brasil y Alemania. Su favorito, dice sin dudarlo, sería el Scratch Du Oro. Sin embargo, como buen observador del futbol, sabe que los hombres de Luiz Felipe Scolari no están en su mejor momento: "hay talento en lo individual, pero están perdiendo esa colectividad que solía jugar con felicidad, sin temor y con confianza". 

Pero la posible coronación de Brasil en el Maracaná no lo deja muy satisfecho: "si los brasileños ganan un sexto título, nos dejarán al resto como huérfanos, sin casi nada".

El tenor, por ahora, disfruta de la Copa del Mundo mientras espera para su concierto en la Arena HSBC de Rio de Janeiro, donde, adelantó, incluirá una selección de arias, zarzuelas españolas, tonadas estadounidenses, un par de sambas y más música brasileña de compositores como Heitor Vila Lobos.

Su presentación fue programada para el próximo 11 de julio por una sola razón: ese día no hay partidos. Plácido Domingo espera que su voz sea una linda y cómoda antesala de la gran final. 

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