Adidas, McDonald's, Coca-Cola, Visa y Anheuser-Busch le enviaron una carta al comité ejecutivo de la FIFA para exigir una "supervisión independiente" del proceso de renovación, en una nueva intervención que resalta las preocupaciones sobre sus lazos con el organismo acosado por escándalos.
Los cinco patrocinadores de la Copa del Mundo de futbol originalmente recibieron promesas de participación en el comité de reformas. Pero en lugar de ser invitados a las discusiones sobre los cambios de la organización, solamente se les han ofrecido puestos en una junta asesora que aún no ha sido nombrada.
La petición de las compañías a la junta de la FIFA se da antes de reuniones esta semana en las que se discutirán las propuestas. El panel de reformas fue establecido tras la presentación de cargos contra funcionarios del órgano rector del futbol mundial.
"Queremos resaltar que los estamos llamando a adoptar cambios, implementar reformas, respaldar un enfoque de supervisión independiente a largo plazo e iniciar el cambo de cultura porque todos queremos ver florecer el futbol", expresaron por escrito.
Las firmas dijeron que "fortalecer la gobernanza de la FIFA" es "apenas un paso hacia la creación de un futuro creíble" de una organización actualmente bajo el liderazgo temporal de Issa Hayatou, con la suspensión de Joseph Blatter.
"Queremos enfatizarles a ustedes los valores y características que pensamos deberían ser incorporados con las reformas", dice la misiva. "Transparencia, responsabilidad, respeto a los derechos humanos, integridad, liderazgo e igualdad de géneros son cruciales para el futuro de la FIFA".
Asimismo, Amnistía Internacional emitió un comunicado señalando que, a pesar de la gran difusión pública de las condiciones que soporta la mayoría de los obreros migrantes de la construcción en Qatar, sede del Mundial en 2022, las autoridades del país asiático no han hecho casi nada para poner fin de manera efectiva a la explotación laboral crónica.
También resaltó que la FIFA ha tenido mucho que ver en esta situación. "Sabía que había problemas de derechos laborales en Qatar, debe trabajar en estrecha colaboración con las autoridades de la nación árabe y sus socios empresariales para garantizar que la Copa del Mundo no está basada en la explotación".