After Office

El 'outfit' que te llenará de energía, literalmente

Científicos ya trabajan en prendas flexibles que puedan aprovechar la luz solar para que no se quede sin pila en su celular. Un equipo de investigadores anunció que elaboró una tela hecha de algodón y dos fibras electrónicas avanzadas.

Si dejar que su smartphone se quede sin batería durante el día no lo hace sentir lo suficientemente tonto, considere lo siguiente: por cada hora que su teléfono está inactivo en su bolsillo o bolso, el sol está esparciendo en la Tierra la energía suficiente para hacer funcionar la economía mundial durante un año.

La solución evidente para esto consiste en transformar cada centímetro cuadrado de su cuerpo en una central de energía solar que sería lo último en accesorios, más importante que las carteras, bolsos o, incluso, los anteojos de sol. Pero primero está la parte científica.

Durante mucho tiempo, la tecnología ponible ha estado limitada a los relojes inteligentes, las gafas de sol con cámara y los rastreadores de actividad física. Gran parte de la tecnología de las telas en el sector de la indumentaria se dedica a lo necesario para hacer ejercicio: absorción de humedad, elasticidad y transpirabilidad. La ropa inteligente apareció relacionada principalmente con la práctica de deportes y el cuidado personal. Ralph Lauren, Hexoskin y Athos fabrican camisetas que registran datos biométricos, como los índices de ritmo cardíaco y respiratorio. Eso es todo por ahora.

Pero más allá de todos estos dispositivos sofisticados, existe una mezcla entre ropa y energía mucho más simple. Las marcas de moda han intentado durante mucho tiempo atraer a los clientes con prendas y accesorios que puedan cargar teléfonos celulares. Incluso Michael Kors creó cargadores disfrazados de lápiz labial. Tommy Hilfiger desarrolló una línea de chaquetas con paneles solares. Kate Spade vendió bolsos que incluían un cargador interno. Todo requería su recarga a través de un enchufe o un panel. Un tejido flexible y liviano que pueda almacenar energía solar serviría a las firmas que buscan al comprador al paso, especialmente en los centros urbanos donde se camina más y se conduce menos.

El obstáculo principal no sería el más obvio: reducir una central eléctrica a un tamaño de bolsillo. El problema surge con la parte electrónica que se pueda cortar y coser como una tela común y que funcione de igual modo en todos los diseños y tamaños, sin comprometer su perfil energético. Es responsabilidad de los científicos lograrlo y algunos en China afirman que están un poco más cerca de hacer que funcione.

El miércoles pasado un equipo de investigadores anunció que elaboró una tela hecha de algodón y dos fibras electrónicas avanzadas. Una fibra genera energía a partir de la luz solar y la otra, denominada "supercondensador de fibra", almacena los electrones y proporciona corriente, como una batería. Los científicos dicen que su fibra puede soportar el doblado, la torsión y el embalaje normal del tejido industrial, un ámbito clave en la investigación de las telas inteligentes. El arreglo de las roturas en el tejido no es tan fácil como ponerle un parche nuevo con la plancha, pues incorporar un retazo a una prenda representa un "delicado proceso de costura", según el nuevo estudio, publicado en la revista ACS Nano.

El material ha sido probado en intensidades lumínicas de entre un 70 por ciento y un 120 por ciento del promedio del sol y funciona con luz natural y artificial, según Wenjie Mai, de la Universidad Jinan. Los investigadores están en contacto con algunas empresas chinas, dijo.
Las nuevas técnicas permiten tejer fibras solares y almacenamiento de energía en "muchos patrones posibles y adaptarlos en cualquier forma diseñada sin perder su rendimiento", escribieron los autores, dirigidos por Zhisheng Chai, también de la Universidad de Jinan. "Este descubrimiento hace posible la producción de prendas de energía inteligentes elegantes con experiencia de usuario mejorada y más espacio para el diseño de moda".

La investigación fue financiada por la National Natural Science Foundation de China, la National Natural Science Foundation de la provincia de Guangdong, China, y el Program for New-Century Excellent Talents in University.

Mientras parece que la ropa captadora de luz está al alcance, hay algunos problemas prácticos que no serán fáciles de superar. Por un lado, la tela de cable todavía no es resistente al agua.

Además, el sol no siempre brilla y el viento no siempre sopla, por lo que éstos son sólo combustibles intermitentes -un problema que la industria de la energía renovable conoce bien.

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