Sus formas poco usuales los llevan a convertirse en objetos de deseo. Hallados en junglas, desiertos, islas y bosques nórdicos, fósiles y cuarzos son codiciadas piezas de diseño contemporáneo por su originalidad.
Algunos crecen en las entrañas de la tierra, otras se encuentran a la intemperie en las orillas de los ríos o en medio de los árboles. El reto es encontrarlos y transformarlos en artículos decorativos, que alcanzan el status de posesiones de lujo.
Desde que era niño Ernesto Durán advirtió ese potencial. Todos los días -más durante las vacaciones- guiado por el asombro se dedicó a recolectar piedras, conchas y fósiles. No imaginó que esa pasión lo llevaría a fundar Pietra Gallery en 2008, establecimiento que comercializa artículos minerales para interioristas y coleccionistas.
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"Todas las piezas son únicas. Trabajamos con un equipo que las selecciona en diferentes países del mundo, llegan de Marruecos, Estados Unidos, Alemania y Brasil", explica Durán.
La riqueza del territorio nacional ofrece opciones de diferentes colores, formas, características de transparencia y geometría, las cuales son recolectadas principalmente en Chihuahua y Durango.
Cuenta con una amplia gama de cristalizaciones de cuarzo, amatista, selenita y jaspe, así como conchas, huesos, insectos y esqueletos de peces. Todos son traídos del extranjero porque la legislación mexicana impide su extracción.
Lo que verdaderamente importa a los interesados en adquirirlos es su potencial decorativo. Durán afirma que hay ocasiones en las que se elige una opción como elemento central y a partir de ello se crean diferentes hábitats.
También ofrecen madera petrificada, que se convierte en artículos funcionales como lámparas, mesas, sillas, consolas y hasta cubiertas de escritorio.
"Aquí hacemos los montajes para dotarlos de estructura y se trabaja como el cliente lo solicite, ellos saben que se llevan objetos únicos que poseerán y admirarán todos los días", puntualiza.