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Nace Nova, ciclo de arte visual y música avantgarde

El promotor cultural Edgardo Aguilar se ha dado a la tarea de seleccionar música que no pertenece a ningún género en particular para mostrarlas en diálogo con el arte visual. Es una apuesta que cristaliza en Nova, un nuevo ciclo experimental de música popular contemporánea.

En México coexisten actualmente tres generaciones de músicos cuya creación no pertenece a ningún género en particular, advierte el promotor cultural Edgardo Aguilar, quien se ha dado a la tarea de seleccionar algunas de estas propuestas para mostrarlas en diálogo con el arte visual. Una apuesta que cristaliza en Nova, un nuevo ciclo experimental de música popular contemporánea que se aloja en el Centro Cultural de España, a razón de un concierto por mes.

"Es una cuestión global: los jazzistas están haciendo fusión con folk, blues, funk, electrónica. Eso tiene que ver con el ritmo de vida, con la tecnología que está más a la mano; tiene que ver con el trabajo que están haciendo los músicos en su casa sin que les importe qué salida le darán. Antes, por las tiendas de discos, tenían sentido las fronteras, hoy no es así", señala.

A diferencia del festival Ars Futura, también creado por Aguilar, en cual los músicos invitados son dislocados de su contexto habitual para abordar géneros distintos a los que suelen interpretar, Nova -explica el promotor- plantea una creación nueva a partir de la convivencia entre músicos y artistas visuales.

"El resultado es un concierto único, in situ. Estamos invitando a músicos de distintas latitudes a tocar en un lugar con excelente acústica, el Espacio X, donde la gente tendrá la oportunidad de escuchar música de primer nivel en las mejores condiciones", dice.

Promotor también de festivales de jazz y dueño del restaurante con música en vivo El Convite (donde se ubicó el recién cerrado Foro 81), Aguilar reconoce que sus proyectos responden a una necesidad de apoyar las propuestas musicales emergentes.

"No hacemos festivales de jazz tradicional", argumenta. Mientras que en un espacio íntimo como El 81, el público era especializado, Nova -que inició este 11 de agosto con un concierto de Alán Fajardo- apunta a atraer a una audiencia más amplia y diversa,considera Aguilar.

El promotor considera que estas sesiones pueden ser una suerte de taller sonoro para los músicos que vienen de una escena de jazz, "pero que no están haciendo jazz, sino que se van hacia nuevos ritmos".

México está viviendo un momento inédito musicalmente, subraya Aguilar. "El año pasado se generaron más de 200 discos; el problema es que no hay salida para estos materiales, no hay lugares donde se toquen, por eso la necesidad de generar más espacios públicos para lo contemporáneo".

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