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Museos en EU pelean por pierna artificial de Santa Anna

El ex presidente de México Antonio López de Santa Anna perdió la prótesis de su pierna izquierda en 1847, durante La Batalla de Cerro Gordo. A 167 años de ese acontecimiento, dos museos de Estados Unidos se pelean por asumir la propiedad de dicha pieza

La pierna artificial que utilizó el ex presidente de México Antonio López de Santa Anna (1795-1877) es objeto de pugna entre dos museos de Estados Unidos. 

Autoridades del Museo de Historia de San Jacinto, en Texas, exigieron al Museo Estatal Militar de Illinois la prótesis que el ex militar utilizó varios años tras sufrir un accidente en La Guerra de los Pasteles entre México y Francia, en 1838.

El recinto cultural texano argumentó que la pieza - la cual está elaborada de madera y corcho - debe estar entre sus pasillos porque ahí se desarrolló, en 1836, La Batalla de San Jacinto, la cual representó un hecho decisivo en la independencia de Texas

Pero el Museo de Illinois fue tajante al responder que, aunque sabe que "Santa Anna es muy importante en la historia de Texas", la prótesis no va a viajar a ningún lado, pues "aquí uno no comercia con los artefactos".

La lucha por la pierna artificial de Santa Anna se avivó el mes pasado cuando el museo de Texas pidió a la Casa Blanca intervenir en el caso. Sin embargo, el gobierno de Barack Obama aseguró que la institución no logró recabar las 100 mil firmas en el tiempo establecido por la ley, por lo cual, hasta ahora, no se ha pronunciado al respecto.

Aunque el gobierno de Texas ha codiciado la pieza durante años, oficialmente no tiene ningún derecho legal sobre ella.


¿CÓMO LLEGÓ LA PIERNA DE SANTA ANNA A ILLINOIS?


Durante La Batalla de San Jacinto (1836), Antonio López de Santa Anna aún conservaba ambas piernas. Dos años después, el general comenzó a utilizar la prótesis luego de perder su pierna izquierda a causa de un cañonazo durante la denominada Guerra de los Pasteles, entre México y Francia, en 1838.

En 1847, durante la guerra contra Estados Unidos -que culminaría un año después con la cesión de casi la mitad del territorio mexicano-, Santa Anna fue sorprendido por un batallón de soldados estadounidenses en La Batalla de Cerro Gordo, donde perdió su prótesis.

Santa Anna logró escapar con la ayuda de sus soldados, quienes lo acarrearon en hombros. Los soldados de Illinois encontraron en el lugar unos 16 mil dólares en oro, que iban ser destinados a la paga de los solados mexicanos, la pierna artificial y el pollo que Santa Anna se iba a comer.

Los soldados entregaron el dinero a sus superiores, se comieron el pollo y se apropiaron de la prótesis.

Las tropas regresaron a Illinois, donde el pueblo de Griswold fue rebautizado con el nombre de Cerro Gordo en conmemoración de la batalla.

El regimiento de voluntarios fue convertido luego en la Guardia Nacional de Illinois y su trofeo de guerra, la pierna artificial de Santa Anna, está depositada ahora en el Museo de la Guardia, en el campo Camp Lincoln, en Springfield.

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