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Mural dañado en Cuautitlán Izcalli carece de registro

Para el Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, el políptico pintado en los muros y en la bóveda del Salón Anexo a la Troje de la ex Hacienda de La Venta, que fue parcialmente cubierto con pintura blanca durante la actual administración, no posee valor artístico ni jurídico.

Para el Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, el políptico pintado en los muros y en la bóveda del Salón Anexo a la Troje de la ex Hacienda de La Venta, que fue parcialmente cubierto con pintura blanca durante la actual administración, no posee valor artístico ni jurídico. Simplemente, no existe.

Así lo señaló la directora general de Desarrollo Humano, Arlenne Ramírez Uresti, quien explica: "El mural no está registrado en ningún documento ni en ningún archivo de la ex dirección de Educación y Cultura, ni en la Unidad de Control Patrimonial, ni en la Dirección de Administración".

Asegura que tampoco hay ningún oficio mediante el cual el entonces presidente municipal, Kerím Carvallo Delfín, solicitara la obra al artista Daniel Bravo, quien entonces fungía como jefe de departamento de Difusión Cultural del municipio. "Estamos llevando a cabo acciones ante la Contraloría Municipal para aclarar las faltas administrativas cometidas en este proyecto".

Bravo envió copia a este diario de un documento membretado, con la firma del exedil, en la que le instruye, en su calidad de responsable del departamento de Difusión Cultural, ejecutar una obra pictórica de formato monumental en el interior del Salón Anexo a la Troje, como parte de obras de mantenimiento y rescate de espacios públicos. El documento carece de folio y está fechado el 3 de octubre de 2013.

"Me parece que en el afán por responder a la prensa, al Ayuntamiento le está faltando documentación, deben buscar bien en sus archivos", respondió el artista después de la conferencia de prensa convocada por el gobierno municipal.

La obra en cuestión sólo está registrada por Bravo ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Se trata de un políptico integrado por las piezas Cosmogonía y Árbolmadre, que en 2014 realizó en un anexo al inmueble histórico del siglo XVIII. El salón que alberga la obra es de reciente construcción.

Los daños que provocaron la reacción legal del creador, quien interpuso un par de denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, el pasado jueves, y ante la Procuraduría General de la República, ayer, también se refieren a afectaciones con materiales abrasivos.

Sobre estas denuncias, Ramírez Uresti aseguró ayer que, hasta el momento, ni el Ayuntamiento ni su titular han sido requeridos por ninguna autoridad.

La funcionaria contraataca. Según ella, Bravo habría violado la ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos al haber realizado dicha obra con recursos públicos (por más de 76 mil pesos), mientras ocupaba el cargo.

Bravo admite que, en efecto, solició al Área de Recursos Materiales de la dependencia la compra de la pintura y otros insumos para la realización de las pinturas, por cuya realización, subraya, no cobró honorarios y las hizo fuera de su horario de trabajo.

"Están diciendo que me autopromoví, como si yo hubiera pedido la oportunidad para pintar. Fue una instrucción por parte del presidente municipal. Y ahora me está afectando", sostiene Bravo.

En su denuncia ante la fiscalía el artista valuó su obra en más de 2 millones de pesos, de acuerdo a un peritaje que él mismo solicitó a un experto particular.

La ex Hacienda de La Venta no figura en el catalógo de monumentos del INAH, pero este año, dice Ramírez Uresti, el Ayuntamiento solicitó el registro de éste y otros 18 edificios que Cuautitlán Izcalli posee con valor patrimonial.

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