After Office

Muere Ornette Coleman, el Duchamp del jazz

Ornette Coleman, quien falleció ayer de un paro cardiaco en Nueva York, a los 85 años, despojó al jazz de toda estructura y canon para dotarlo de una libertad infinita.

Hay quien cifra en 1959 la muerte del jazz. El crimen habría sido perpetrado por un cuarteto encabezado por Ornette Coleman, un saxofonista afroamericano que con la grabación, ese año, del disco The shape of jazz to come, y con Free jazz: a collective improvisation, en 1960, cambiaría la historia de la música para siempre.

Coleman, quien falleció ayer de un paro cardiaco en Nueva York, a los 85 años, despojó al jazz de toda estructura y canon para dotarlo de una libertad infinita. Una muerte liberadora de la esencia más propia de esa música que, subraya el saxofonista Remi Álvarez, siempre se caracterizó por ser vanguardia.

"Sí que fue como Duchamp, uno de los grandes parteaguas, y fue más allá", comenta quien es uno de los músicos mexicanos más prominentes en el ámbito de la improvisación libre. "Estamos hablando de un genio, que antes de los 20 años ya sabía exactamente qué era lo que quería tocar".

Con un bagaje musical sureño -nació en Fort Worth, Texas- fue en Los Ángeles donde Coleman encontró el músculo para fraguar su revolución del bebop, al lado de músicos como Don Cherry, Charlie Haden y Ed Blackwell.

"La corriente que él inició permitió a los demás encontrar las enormes posibildades que tiene la música a través de la improvisación", afirma Álvarez.

Coleman conoció el rechazo, pero el tiempo ha colocado su nombre junto al de Louis Armstrong, Charlie Parker, Miles Davis y John Coltrane.

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