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Minnesota, imbatible en su defensiva aérea

La clave del éxito de los Vikingos de Minnesota es su defensiva secundaria, que se destaca por las coberturas individuales que permiten que el resto del equipo presione al quarterback y que éste no encuentre un receptor libre.

Pese a que los Vikingos de Minnesota perdieron por primera vez en la campaña ante las Águilas de Filadelfia el domingo pasado, su defensiva aérea volvió a dar muestra del buen momento por el que pasa, al sólo permitir 138 yardas –su menor cifra en lo que va de la temporada- y reafirmarse como la mejor de la NFL.

"En su secundaria cuentan con los esquineros Xavier Rhodes y Terence Newman, quienes tienen cuatro y 14 años en la Liga, cuya principal cualidad es la cobertura personal. Cuando el rival juega con un tercer receptor en la posición de slot, los Vikingos utilizan a Trae Waynes, quien también es excelente en la cobertura uno a uno por su rapidez. Esta defensiva produce que el quarterback no encuentre un receptor libre, que se quede más tiempo con el balón y que posteriormente sufra capturas, sea golpeado o que simplemente no pueda entrar en ritmo en el partido", explica Enrique Garay, comentarista y analista de la NFL para TV Azteca.

El perímetro recibe un aporte adicional de Captain Munnerlyn, quien es suplente, pero ha tenido actividad en todos los encuentros. "La virtud que ha tenido George Edwards, coordinador defensivo del equipo, es que todos los esquineros tienen un nivel competitivo similar. Por eso los rota en los partidos. No siempre inician Newman y Rhodes, lo que permite que todos jueguen y tengan buen desempeño en el emparrillado", agrega Garay.

Su defensiva contra el ataque terrestre es la tercera mejor de la NFL, al permitir 81.7 yardas por juego. En lo que va de la presente temporada, ya enfrentó a corredores como DeMarco Murray (Tennessee), Eddy Lacy (Green Bay), Jonathan Stewart (Carolina), Lamar Miller (Houston), Shane Vereen (NY Gigantes) y Ryan Matthews (Filadelfia), quienes no pudieron superar más de 100 yardas. Después de seis partidos, sólo ha permitido tres touchdowns por esa vía.

"En jugadas terrestres, los linebackers bajan muy rápido para sellar los huecos que dejan los linieros. Chad Greenway, quien juega en el lado fuerte de la unidad (derecho), es un líder moral para el equipo, calma a sus compañeros cuando están ansiosos. Eric Kendricks, quien se desempeña por izquierda (lado débil) es una máquina tacleadora, mientras que por el centro, Anthony Barr puede atacar al quarterback o bien puede cubrir el pase. No son un grupo de élite, pero son muy eficientes", señala el periodista.

Pero el comportamiento del equipo es diferente en la ofensiva. Teddy Bridgewater, su mariscal de campo titular, sufrió en septiembre pasado una dislocación en la rodilla izquierda que lo dejó fuera todo el año. En su lugar, ficharon a Sam Bradford, quien tuvo cinco juegos sin intercepción, pero no ha lanzado para 300 yardas o más en lo que va de la campaña. Misma suerte le tocó al corredor Adrian Peterson, quien tuvo una lesión de meniscos a finales del mismo mes, que lo tendrá inactivo hasta diciembre. Lo sustituyeron con Matt Asiata, quien no ha corrido para 100 yardas en ninguno de los cuatro encuentros que ha iniciado.

"Su parte débil es la ofensiva y no sólo por Bradford o Asiata. Tienen un ataque en el que sus armas son limitadas. Sólo tienen un gran receptor en Stefon Diggs y no tienen otra ala cerrada de la calidad de Kyle Rudolph. La semana pasada contra Filadelfia tuvieron la oportunidad de demostrar que la ofensiva podía levantar un marcador adverso, pero no se quedaron ni cerca de hacerlo y perdieron el invicto", explica Garay.

SIN QUARTERBACK ESTABLE
En la historia de la franquicia sólo han tenido tres mariscales de campo que han permanecido seis temporadas o más con el equipo: Fran Tarkenton (1961-1966 y 1972-1978), Tommy Kramer (1979-1986) y Daunte Culpepper (2000-2005). A partir de la campaña de 2006, ha utilizado 16 jugadores en por lo menos un partido como titular en esa posición.

El mismo Tarkenton y Gary Cuozzo son los únicos quarterbacks que han guiado a Minnesota a un Super Bowl. El primero los llevó a las ediciones IV, VIII y IX, mientras que Cuozzo los llevó al XI. En los cuatro duelos perdieron el campeonato.

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