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Miller, el esquiador alpino más veterano en ganar una medalla

Sochi sigue regalando al mundo sorpresas deportivas. Hoy, el legendario esquiador estadounidense Bode Miller ganó el bronce, con lo cual se convierte en el atleta más viejo de esta disciplina en colgarse una presea olímpica.

Para Bode Miller, el ícono del esquí alpino a nivel mundial, la medalla de bronce que ganó hoy en el supergigante de los Juegos de Sochi tuvo un valor "terapéutico".

Mito viviente de la nieve, el estadounidense se convirtió a sus 36 años en el más veterano en colgarse una medalla del esquí alpino. Miller no pudo con el noruego Kjetil Jansrud, el ganador del oro, y su compatriota Andrew Weibrecht, el inesperado dueño de la plata tras un calvario de lesiones en los últimos tres años.

Este domingo, Miller reverdeció laureles en la estación de Rosa Khutor, esquiando con la categoría que le catapultó a ser uno de las figuras más carismáticas de su disciplina. "He trabajado durísimo este año. Siempre es terapéutico estar en estas situaciones, en las que realmente me pongo a prueba", dijo Miller.

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Lágrimas que valen oro

Aunque no ganó la presea dorada, Miller rompió en llanto cuando, al final de la prueba, su esposa Morgan Beck corrió a la pista para felicitarlo y darle un beso. 

Esas lágrimas valieron oro para Miller, quien tuvo un 2013 sumamente complicado: su esposa sufrió un aborto espontáneo en enero; su hermano menor, Chelone, murió a los 29 años de lo que se cree fue un ataque de epilepsia en abril. Además, está inmerso en una batalla legal por la custodia de uno de sus dos hijos.

El palmarés de Miller contabiliza seis medallas olímpicas, incluyendo un oro en la supercombinada de Vancouver 2010. De no haber sido por su desidia para afrontar las competencias, la colección debería ser más cuantiosa. Justo eso ocurrió en Turín 2006, donde invirtió demasiadas horas en los bares y discotecas de Sestriere.

​Pero estos Juegos Olímpicos de Sochi fueron una etapa que Miller se tomó con absoluta seriedad, pese a que en muchas ocasiones dijo que 
"los resultados son insignificantes, prefiero disfrutar a plenitud el esquiar".

"Hay días en los que las medallas no importan, pero hoy, en Sochi, fue uno de esos días en los que importaban", aceptó Miller.

Con su bronce compartido con el canadiense Jan Hudec, al registrar idéntico tiempo de 1 minuto y 18.67 segundos, Miller dejó atrás al noruego Kjetil Andre Aamodt, quien tenía 34 años cuando ganó su octava medalla y cuarta de oro en Turín 2006.

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