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Milenario viaje subacuático, de México a Japón

La cinta "La tortuga primordial" registra el trayecto de los quelonios santuarios. La película fue filmada en playas de anidación como Los planes, Todos Santos y Los Cabos.

De las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, cinco de ellas habitan en los mares de Baja California Sur. De éstas, cuatro se consideran ecológicamente extintas. Un documental mexicano sigue las acciones de preservación a cargo del Grupo Tortuguero de las Californias (GTC), que intenta salvar las milenarias especies.

La tortuga primordial, proyecto ganador de DOCSDF 2010, se filmó en playas de anidación en Los planes, Todos Santos y Los Cabos; la zona de pesca y monitoreo en San Carlos y el cementerio de tortugas en Isla Magdalena, entre otros sitios de trabajo de colectivo GTC, integrado por científicos estadounidenses y mexicanos, así como pescadores y habitantes de la zona.

Producida por Gabriela Kircher y dirigida por Eduardo Quiroz, de la productora audiovisual Máquina Negra, la cinta muestra las labores de monitoreo, recolección y cuidado de los huevos, liberación de tortugas y otras que los voluntarios realizan sin fines de lucro. "El principal problema es la pesca incidental, por eso trabajan mucho con los pescadores, para que su forma de pescar mejore un poco la calidad de vida de las tortugas", explica Gabriela Kircher.

Tras dos años y medio de filmación, el documental está en circulación en festivales internacionales, un recorrido que inició en el Barents Ecology Film Festival de Rusia, donde ganó el Premio del Jurado y el Premio Perspectiva.

"Logramos unas imágenes hermosas, la película tiene una historia muy interesante de algo que está sucediendo, sobre lo que creo que la gente debe estar informada. Resalta la belleza que hay en México, en Baja California, tanto en el mar como en la tierra; tenemos imágenes submarinas y aéreas con una fotografía increíble", puntualiza Kircher.

El documental aborda también el trabajo de otros grupos tortugueros tanto en México como fuera del país. Por ejemplo, en Japón, ya que la tortuga caguama nace allá y nada hasta Baja California, donde vive durante 30 años y cuando está lista, regresa a la isla para desovar.

"Es impresionante. Hay una historia de una tortuga que se llama Adelita, que le pusieron un transmisor en 1995, cuando la liberaron después de 10 años en cautiverio, y cada vez que ella salía, lanzaba una señal; así pudieron seguir su camino hasta Japón, para documentar que las tortugas sí hacen ese viaje", comparte la productora mexicana.

"Tenemos más de 150 horas de material y estamos viendo la posibilidad de hacer una serie para televisión con esas grabaciones inéditas, para seguir creando conciencia sobre el cuidado y la preservación de las tortugas".

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