Empresarios aventureros viajan cientos de kilómetros a través de la sierra oaxaqueña en busca de los mejores elixires del agave. Ellos van de pueblo en pueblo, preguntan por los productores y prueban hasta encontrar el producto ideal para comercializar y acercarlo a los consumidores.
Guillermo Chávez, uno de los fundadores de Bruxo mezcal – la "X" rinde homenaje a Oaxaca - comenta que, por ejemplo, para obtener el "elixir de los terrenales" de la botella Bruxo 1 tuvieron que recorrer durante días la sierra y probar más de 70 mezcales de distintos productores.
"Para nosotros cada mezcal es una travesía, cada uno de los Bruxos está hecho por una familia distinta, en una población distinta. Ha implicado un viaje, conocer a las familias, hacer amistad con ellos", platica Chávez.
Por ejemplo, el Bruxo 4 es elaborado en Las Salinas, una pequeña comunidad de Coatecas Altas a tres horas de la ciudad de Oaxaca, por la familia Rodríguez. Este ensamble de tres magueyes (espadín, barril y cuishe) es único por la rareza de la mezcla y la difícil recolección de los agaves silvestres.
El empresario platica que se sube por un camino de terracería hasta lo alto de la sierra, asegura, que el paisaje es simplemente hermoso. El estar ahí les ha dado una conexión especial con el campo y con los productores, con quienes han establecido una relación de confianza.
Bruxo tiene seis mezcales en el mercado, Receta Inicial y Bruxos del 1 al 5, cada uno está hecho por distintos productores y el costo (varía de los 370 a los 1,200 pesos) depende del tipo de maguey, si es de cultivo o silvestre y su rareza. Hay más de 20 tipos de magueyes, algunos son de difícil recolección.
"El mercado del mezcal aumenta un 50 por ciento al año, la gente empieza a darle su lugar y a percibirlo desde hace unos años como una bebida premium y reconoce el porqué de su valor. Nuestros mezcales son jóvenes, no reposan en barrica, todo el proceso es apegado a la tradición", comenta Guillermo Chávez.
Todavía hay consumidores que no se atreven a probar el mezcal por considerarlo un destilado muy fuerte al paladar. El mixólogo Carlos Soto, del bar Jules Basement, recomienda probarlo a tragos pequeños, no como si fuera un shot, ni con la punta de la lengua.
Otra de las formas ideales para consumirlo es en cocteles. La mixología con mezcal no ha dejado de ser tendencia en toda esta década, lo que ha demostrado que no es una moda pasajera.
Para esta temporada, Carlos Soto ha creado en exclusiva para la barra de Jules una serie de cocteles frescos elaborados con Bruxo, como un Gin Tonic, con mezcal y ginebra.